El club de las barbaridades de Ernest Maragall

Ernest Maragall es uno de los políticos que mejor conoce Barcelona. Pudo ser alcalde como su hermano Pasqual, pero Ada Colau le pasó por delante en una ocasión y Jaume Collboni en otra. Maragall ha decidido esta semana renunciar a su puesto en el Ayuntamiento. Se ha adelantado a lo que podía ocurrir y ha pillado por sorpresa a todos. Incluso a los suyos. O sea, que ha estado hábil y, además, elegante en todas sus declaraciones. Eso sí, uno, piensa que calla más que habla y eso que Maragall es un gran conversador. Tanto es así que ya ha recibido alguna que otra oferta para ejercer de tertuliano radiofónico. De momento, no lo hará.

Sin embargo, como se siente libre, ha decidido abrir un grupo de WhatsApp bajo el nombre de ‘El club de las barbaridades’, para vertir sus opiniones. Él mismo decide quien son los invitados. Dos de los elegidos no me autorizan a citarlos, pero están convencidos que habrá mensajes interesantes… En fin, que el próximo día 22 de diciembre será su último día en el consistorio. Se le echará de menos.

El otorrino del aceite

El rector de la basílica de Santa Maria del Mar, Salvador Pié, además de ser un hombre sensato y culto es lector de este periódico. Así me lo explicó en el altar mayor al mismo instante en que me impuso la medalla como nuevo miembro de la Cofradía de la Mare de Déu de l’Olivera. El prestigioso médico especialista en otorrinolaringología, Andrés Clarós, presidente de la Cofradia, fue quien me lo propuso unos días antes y la empresaria y presidenta de hoteles Guitart, Cristina Cabañas, quien me apadrinó.

La confradía tiene como objetivo principal promocionar y proteger el cultivo y la calidad de los aceites y las olivas. Ahora que tanto se habla de los precios del aceite, quizá, viendo que se trata de uno de uno de los alimentos más recomendados en el marco de una dieta saludable, me apunto a la tesis del vicepresidente de la Cofradía, Quico Bargalló, hijo del anterior presidente y fundador, Josep Maria Bargalló: el aceite es relativamente barato si lo comparamos con otros productos.

El acto en la basílica fue entrañable y tuvo continuidad con un almuerzo en el hotel Miramar donde se llevó a cabo la unción con aceite de oliva extra. Allí pude comentar la jornada con una de las protagonistas de la cita, la entrañable dibujante y caricaturista Pilarín Bayés. Ella, el médico y a su vez artista Antoni Serés, la jefa del Panel Oficial de Catadores, Mª Angels Calvo, Ramon Colell o los miembros de la Academia de Gastronomía Catalana Joan Font, Rosa Mayordomo, Magda Carlas y Montse Folch fueron otros de los presentes.

¡Ah! Sería imperdonable no citar a otra mujer muy especial que ingresó ese mismo día en la Cofradía. Se trata de Magda Mitjans. Una empresaria pionera de Blanes que a sus 103 años también recibió la medalla de cofrade mientras a su nieta, Cristina Cabañas, le caía la baba. La Confradía de la Mare de Déu de la Olivera celebrará el año que viene su 75 aniversario y prepara muchas sorpresas.

Las infecciones del futuro

Llevar a 500 personas al Centro de Convenciones Internacional de Barcelona (CCIB), una tarde entre semana, con el tráfico que hay en la ciudad y lo lejos que queda del centro, tiene un mérito increíble. Pues eso fue lo que logró el Dr. Bonaventura Clotet y los responsables de la Fundación Lucha Contra las Infecciones este jueves con una mesa redonda sobre las infecciones del futuro. Está claro que saber cuáles serán esas infecciones interesa mucho, más aún si los ponentes son reconocidos en su materia. Y es que, además de Clotet, participaron los doctores Oriol Mitjà, Roger Paredes, Eugènia Negredo, Lluïsa Pedro-Botet, Lourdes Mateu y Sílvia Roure.

Desde el público intervino la secretaria de Salud pública, la Dra. Carmen Cabezas, y presentó el acto, como si fuera una sección más de su programa Tot es Mou, la periodista Helena García Melero. Hubo sorpresa final con la actuación del actor Carles Sans. Su monólogo del espectáculo Por fin solo es imbatible. Uno, que ya lo ha visto varias veces, no puede parar de reír desde que empieza. ¡Va muy bien, reír!

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