Barcelona
Miqui Otero

Miqui Otero

Escritor

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los huevos de los 'expats'

De cada 15 personas que viven en esta ciudad uno es un extranjero con alto poder adquisitivo y, sin embargo, apenas los conocemos

Comte Borrell: cómo disfrutar de la nueva calle de moda de Barcelona

Cómo preparar unos huevos Benedict al estilo de Nueva York

Huevo Benedict con bacalao

Huevo Benedict con bacalao / ONBARCELONA HUEVO BENEDICT CON BACALAO DE LA BARRA PERELLO

Cada vez tengo más claro que la próxima Gran Novela de Barcelona no la protagonizará un anarquista decimonónico trepa, ni un ambicioso empresario textil, ni siquiera un Dj y diseñador de interiores que hereda cinco pisos, sino un aguacate.

Sí, un aguacate. La novela empezará con un barcelonés comprándolo en un mercado, donde el frutero lo pesará y, con la euforia disimulada de la comadrona que ante el recién nacido dice “¡cuatro kilos!”, gritará: “¡Seis euros!”. El aguacate no acabará en la casa del vecino barcelonés, sino en algún sitio de 'brunch' del Eixample Dret. Porque el anzuelo narrativo terrorífico de la novela será la aparición de la nada de lugares llamados The Egg Lab, Billy Brunch o Funky Bakers (nombres reales). Su destino y vocación, convertirse en una 'avocado toast' para alguno de los 100.000 'expats' (inmigrantes con altísimo poder adquisitivo) que pagará gustoso la cuenta que sea. Quizás me equivoque, pero si la estrella no es un aguacate entonces los personajes serán un par de huevos Benedict, que encarnarán una historia similar (quizás en su caso la última frase será “me siento como en casa” cuando, tras escalfarlos, les apliquen la capa de salsa holandesa). 

Fantaseo con todo esto después de leer unos textos en el diario 'Ara' donde se analiza el impacto de esta comunidad de extranjeros con altos sueldos que llegan aquí. Si lo piensas, de cada 15 personas que viven en esta ciudad uno es de ellos y, sin embargo, apenas los conocemos (me pasa algo parecido con los votantes del PP cuando veo sus celebraciones electorales por la tele: Génova me recuerda a la cantina de Star Wars). No es extraño: se relacionan entre ellos con endogamia monárquica, a menudo ni siquiera aprenden el idioma (no ya el catalán, sino también el castellano) y los reconocerás porque están haciendo cola para pedir unos huevos (benedict), ya que después de probar una paella Paellador por lo que vale un viaje a Port Aventura han resuelto que en realidad ese plato no es para tanto. 

Barcelona, en realidad, le debe y le sigue debiendo gran parte de lo bueno que tiene a lo que viene de fuera, especialmente por mar. Pero el combo crucero y 'expat' (es una de las mecas europeas de ambos tipos de visitante) es letal. Gente muy a menudo impermeable a las rarezas o peculiaridades de la cultura local, también a sus indígenas, que, sin embargo, respira nuestro aire, llena nuestras papeleras y contribuye al encarecimiento de pisos, cervezas y huevos fritos. Es decir, quien no quiera reconocer un desgaste gentrificador (en lo inmobiliario, lo gastronómico, lo lingüístico, lo cultural) de 100.000 'expats' (algunos, trabajando en remoto, en empresas que no cotizan aquí) instalados en la ciudad, más 20.000 turistas de crucero diarios, es porque a) es uno de los que se beneficia de ello, b) realmente es un fanático de las tostadas de aguacate y los huevos benedict.

Volviendo a la hipotética novela, el fenómeno tiene muchísima miga literaria tragicómica, porque algunos pueden estar aquí meses y seguir pensando que la Sagrada Família es gótica y el MNAC lo construyeron los romanos (sí, quizás exagero, pero escribe mi resentimiento: me acaban de cobrar tres euros por una caña). Ya tengo incluso la anécdota (me la contaba el otro día un amigo) que abriría esa gran novela barcelonesa: un marine yanki visita la antigua Roma después de la Segunda Guerra Mundial y, tras ver el Coliseo o los Foros imperiales, y otras valiosas ruinas, lamenta: “¿Pero esto también lo bombardeamos?”. Decidido: el aguacate o el huevo Benedict de 'expat' protagonistas serían muy fans de la historia y de sus decadencias.

Suscríbete para seguir leyendo