Investidura Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Oposición o Gobierno
Se ignora si Feijóo aprovechará el debate parlamentario para exponer su programa de Gobierno, de ser este diferente o más amplio que la “derogación del sanchismo” con el que se presentó a las elecciones
Feijóo se rodea de Aznar y Rajoy durante el acto contra la amnistía
El PSOE se defiende y replica a González y Guerra: "Los desleales son ellos"

Feijóo clama contra la indignidad de la amnistía arropado por miles de españoles /
Salvo que las apelaciones al “transfuguismo patriótico” triunfen, es decir, salvo que algunos diputados socialistas traicionen a Pedro Sánchez y voten a favor, se abstengan o se ausenten en alguna de las dos votaciones para elegir a Alberto Núñez Feijóo presidente del Gobierno, la sesión de investidura que se inicia este martes acabará en fracaso. Y el líder del PP lo sabe. Sabe que no tiene posibilidades de llegar a la Moncloa, excepto que lo consiga por esa vía de las traiciones. De ahí que él y su partido lleven un mes dando bandazos, en una estrategia que, de estar previamente planificada, debe de ser obra de algún descerebrado, y con el colofón, el domingo pasado, de un mitin de oposición a quien sí creen que será investido inmediatamente después de su propio fiasco. No deja de ser una incongruencia movilizarse contra Sánchez a solo dos días de que Feijóo intente sustituirlo, dando por supuesto que se mantendrá en el poder.
Oponerse al líder del PSOE es, de hecho, lo que mejor se le da al PP, siempre con un tono catastrofista, trufado de graves acusaciones sobre su disposición a vender España a los independentistas. Es una estrategia que conocen muy bien, ya que la ensayaron con los mismos argumentos, primero contra Felipe González, hace 30 años, y después contra Rodríguez Zapatero hace dos décadas. Siempre con idéntico'raca raca': los socialistas rompen España. Lo peor para Sánchez es que los mismísimos González y Guerra se han sumado ahora a estos ataques y con similares razonamientos, aunque sin atreverse, de momento, a llamar al transfuguismo.
Entretodos
Y mientras esto ocurre, se ignora si Feijóo aprovechará el debate parlamentario para exponer su programa de Gobierno, de ser este diferente o más amplio que la “derogación del sanchismo” con el que se presentó a las elecciones. Si ese antisanchismo fuera la base de su discurso de investidura parecerá más bien ser su primera intervención como líder de la oposición o, como lo que a él parece interesarle más, el primer mitin de la campaña electoral del 14 de enero. Veremos.
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