Hipocresía

Qatar: liar la mundial

Será el campeonato de la hipocresía, con el que el mundo definitivamente va a dimitir ante la mafia y el poder del dinero

Agnès Marquès

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Es la que debería organizarse ante tanto pasotismo cósmico con el Mundial de fútbol de Qatar. Habrá partidos, jugadores, balones y afición, pero será el mundial de la hipocresía, el mundial con el que el mundo definitivamente va a dimitir ante la mafia y el poder del dinero. Nos da absolutamente igual que las mujeres no sean libres, que la gente LGTBI+ sea perseguida, que no se dé ningún tipo de garantías sobre los derechos humanos. Nos da absolutamente igual. Hemos vendido nuestra alma al balón hasta rendir nuestra alma al diablo. Tanto da lo que revela el documental 'Los entresijos de la Fifa', sobre cómo la dictadura catarí consiguió el favor de los diferentes países para ser la sede de este mundial. ¡Cómo les vamos a pedir a los futbolistas que renuncien por principios a participar en el Mundial!, ¡cómo les vamos a pedir a nuestros gobiernos democráticos que se nieguen a enviar a su selección nacional a jugar en Qatar! ¡con las consecuencias que eso les acarrearía! 

Nos falta un valiente. El mundo anda necesitado de un valiente: un jugador mundialmente reconocido, un seleccionador, un presidente de un Gobierno (con una selección de futbol potente, mejor) que sea el primero en dar un paso al frente y diga no. Nos falta el primero, el que descorche la hipocresía y se plante en defensa del progreso de la humanidad y contra la escandalosa legitimación mundial, especialmente sangrante en el caso de Occidente, del régimen de Qatar donde, por cierto, un artículo nada valiente como este estaría prohibido.

Los medios de comunicación vamos (me incluyo en ellos en tanto que periodista) a dejar testimonio de esa renuncia de la humanidad más avanzada, y no es nada descartable que dentro de unos cuantos decenios o quizá siglos, lo que duremos, se estudie la esquizofrenia que viviremos los próximos días: crónicas de denuncia social que convivirán con las crónicas futbolísticas. Cuando en el fondo sabemos que podríamos ser aquello que tanto necesitamos. Podríamos ser el 'primero' que nos falta: con una apagón informativo generalizado conseguiríamos liar la mundial.