Ágora

Ciudad ágora

Al celebrarse simultáneamente en Barcelona, València y Palma, la edición actual de la Biennal de Pensament avanza en la configuración de un corredor cultural mediterráneo

Asistentes a la Biennal de Pensament de 2020.

Asistentes a la Biennal de Pensament de 2020.

Jordi Martí

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Esta semana se está celebrando la tercera edición de la Biennal de Pensament, un evento que pretende que los grandes debates contemporáneos se trasladen a la escena pública y al espacio público para hacerlos con la ciudadanía. De esta manera, la Biennal de Pensament reúne a pensadoras y pensadores de todas partes y rompe las barreras de la academia para convertir la ciudad en una gran ágora para el debate cívico, consolidando la voluntad inherente de Barcelona de reflexionar, pensar y dialogar, desde la diversidad, sobre los grandes retos que nos plantea la sociedad contemporánea.

Cuando presentamos la edición de 2018, la primera, podía parecer que una fiesta ciudadana de las ideas era una apuesta incierta. Pero las 20.000 personas participantes y los acontecimientos que han tenido lugar en todo el planeta en los últimos cuatro años han demostrado que necesitamos espacio y tiempo para preguntarnos colectivamente sobre los desafíos del siglo XXI. Hace cuatro años, en la presentación de la Biennal, se apuntaba que “Las ciudades son los escenarios de las muchas transformaciones que marcan este cambio de época. Lugares de encuentro que aglutinan diversidades, oportunidades, capacidad de innovación y creatividad, pero también conflictos y exclusiones. Las ciudades deben resolver desde la proximidad trastornos propios de un mundo globalizado”. Efectivamente, vivimos en el mundo más urbano que hemos conocido y los retos globales del cambio climático, las desigualdades, las migraciones, el feminismo, la relación con la tecnología o la pandemia reciente aterrizan y se concretan en las ciudades.

La Biennal de Pensament es, por definición, un evento doblemente abierto. Por un lado, por los ámbitos de reflexión, las temáticas y los participantes, pero también porque sucede en el espacio público. La tercera Biennal consolida la iniciativa después de una segunda edición que, a pesar de no suspenderse, estuvo condicionada por las restricciones de la pandemia. La edición de 2022 crece y se expande abriéndose al Mediterráneo, un gran espacio de encuentro, de intercambio y puente de culturas, y se está desarrollando, simultáneamente, en València y Palma, las dos capitales del ámbito de la lengua y la cultura catalanas. Las tres ciudades compartimos lazos históricos y culturales, pero también retos y oportunidades y estamos comprometidas, especialmente en momentos de dificultad como los actuales, con la cultura, el conocimiento, la ciencia y el pensamiento crítico. En momentos de confrontación y polarización, la Biennal propone diálogo y conocimiento compartido con la ciudadanía y con las ciudades hermanas. Es la primera vez que coproduciremos un proyecto a tres bandas, que debería crecer, y es un buen ejemplo para avanzar en la configuración de un corredor cultural mediterráneo que también deberemos seguir intensificando. Porque más allá de reivindicarnos, la mejor manera de defender un espacio cultural compartido, y de proyectarlo, es hacer cosas juntos, con normalidad y sin apriorismos. Una de las citas recomendables será, en este sentido, el recital con textos de Joan Fuster, Gabriel Ferrater y Blai Bonet que se leerán el sábado por la mañana simultáneamente en las tres ciudades.

Estamos inmersos en un contexto postpandémico lleno de incertidumbres. Vemos, estupefactos, el auge de la extrema derecha y cómo la guerra ha vuelto a Europa. Tras la crisis inducida por el covid-19, de la que nos estábamos recuperando de forma opuesta a la de 2008, la invasión de Ucrania ha devuelto las malas predicciones socioeconómicas. Este contexto invade la programación, porque la Biennal de Pensament es un evento vivo que debe dialogar necesariamente con el presente, revisando, actualizando y acercando la tradición del pensamiento hasta hoy.

Los debates, por tanto, se articulan en tres ámbitos: el sistema sociopolítico, el cambio tecnológico y la configuración física de las ciudades, con temáticas tan diversas como la realidad de Europa, el postcolonialismo, la diversidad lingüística, el cambio climático o la salud democrática. El nivel de los participantes es altísimo y tenemos cinco días para salir a pasear por Ciutat Vella, el Eixample, Gràcia o acercarnos al Canódromo o a Can Felipa y detenernos a dialogar colectivamente con nombres tan relevantes como el historiador y filósofo Yuval Noah Harari, autor de ‘Sàpiens’, la Premio Nobel de Literatura Svetlana Aleksievich, recientemente galardonada con el Premi Internacional Catalunya, o la cineasta Carla Simón, que ya nos regaló un excelente pregón por la Mercè.