Apunte

Banalizar la energía

Si con unos grados del aire acondicionado se monta tal polémica política ¿qué no sucederá con medidas más drásticas?

Escaparates paseo de Gracia

Escaparates paseo de Gracia / ZOWY VOETEN

Agustí Sala

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La política española está llegando a cotas de ridículo. La polémica a cuenta de las medidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno es un ejemplo. Por una parte, el Ejecutivo ha recurrido a la vieja táctica del trágala, sin una discusión o información previa, no solo con los sectores económicos afectados sino con las autonomías, que son las que deben velar porque se cumplan las normas.

Por la otra, un PP, el principal partido de la oposición, con versos sueltos como la presidenta madrileña, Isabel Diaz Ayuso, que a los minutos de anunciar el Gobierno sus medidas, ya llamaba a la insumisión. De tan liberal se pasa de ácrata, pero siempre en lo de llevar la contraria a Pedro Sánchez. Y un líder del partido, Alberto Núñez Feijóo, a remolque de su mayor activo electoral en Madrid y, tras haber pedido medidas similares, habla ahora de alargar la vida de las nucleares. Pero eso no son iniciativas de efecto inmediato y más si se tiene en cuenta que el primer cierre de nuclear no está previsto hasta 2027. Largo lo fía.

Mal vamos con este politiqueo propio de discusión de bar en vez de un debate serio sobre cómo ahorrar energía. Además, como cuando se anunció la prohibición de fumar en los bares, ya suenan con grandes altavoces mediáticos las trompetas del apocalipsis desde algunos sectores: "los clientes huirán", "nos asaremos"...

Seguramente ha faltado pedagogía e insistir en que más que sancionar lo que se trata es de estimular el ahorro de la forma más eficiente para reservar gas de cara al invierno para el país y para exportarlo a socios comunitarios más afectados por las jugarretas de Vladimir Putin, que tiene la llave del suministro para varios países, como la locomotora alemana.

Con las discusiones de corto recorrido se gastan energías -nunca mejor dicho- en dar espectáculo pero poco se conciencia a los ciudadanos de que hay que hacer esfuerzos. Si por unos grados del aire acondicionado se monta esto ¿qué sucederá cuando las medidas deban ser más drásticas? El show político lo único que hace es banalizar un tema que es muy serio.

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