Artículo de Juli Capella

Milena y tío Oscar

Busquets y Tusquets aspiran a ser genios, genia no, dice Milena, genio. ¡Disfrutemos del talento familiar!

Milena Busquets en la sede de Anagrama en Barcelona.

Milena Busquets en la sede de Anagrama en Barcelona. / ZOWY VOETEN

Juli Capella

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Milena Busquets, la hija de la editora Esther Tusquets, se ha revelado desde hace unos años como 'enfant terrible' de la literatura española. Lo hizo curiosamente con un libro de duelo alegre tras la muerte de su madre. Ahora nos deleita con 'Las palabras justas' (Anagrama), cuyo título obedece a un zasca de su hijo Héctor. Es un dietario amoroso e insolente, un 'striptease' realista y verídico. Coincide a su vez con la publicación de un libro de su tío, Oscar Tusquets, 'enfant terrible' de la arquitectura en los años 70, titulado 'Sin figuración, poca diversión' (Tusquets). Donde recupera textos de su primer libro, 'Más que discutible', que incorpora fotos de su esposa Eva Blanch, retratando al maestro admirando algunas de sus obras de arte favoritas. Figurativas, claro.

Milena nos narra las vivencias del año pasado. Oscar rescata y condensa más de sesenta años de agudas observaciones. Milena dice que la elegancia que requiera el más mínimo esfuerzo ya no es elegancia. Y Oscar recuerda cómo la elegancia del pavo real, que debe arrastrar de por vida su cola para exhibirla solo para ligar, no es precisamente una prueba de que la naturaleza sea sabia ni austera. Y nos advierte de no confundir fotogenia con belleza. Milena dice que “un hombre inteligente nunca es feo, si nos parece feo es que no es inteligente. Y que “la inteligencia siempre es elegante, si no es que no es inteligencia”.

El tío Oscar dice que escribe para divertir al lector y ganar amigos. Y que la frase atribuida a Gabriel García Márquez de que todo lo hacemos para que los otros nos quieran, fue ocurrencia suya. Y la sobrina escribe “me gustaría ser una escritora excelsa e indudable para que los hombres que me quieren me quisiesen todavía más”. Y advierte que la búsqueda de la belleza se ha convertido en la búsqueda de la fealdad, que llaman realidad, pero en el arte solo se llega a la verdad a través de la belleza.

Ambos citan a Proust y aspiran a ser genios, genia no, dice Milena, genio. ¡Disfrutemos del talento familiar!

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