Artículo de Oriol Amat

Por qué cierran las empresas (y cómo evitarlo)

Fábrica de Nissan en Zona Franca

Fábrica de Nissan en Zona Franca / Jordi Otix

Oriol Amat

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Desde 2020 aumenta el número de empresas que cierran. Dado que esto perjudica el empleo y la generación de riqueza para la población, es relevante comprender las causas y apuntar soluciones. Para empezar, podemos recordar que en Catalunya hay, según Idescat, 622.967 empresas y que, habitualmente, cierran alrededor de unas 100.000 empresas cada año. En años buenos (como 2018 y 2019) se crean más y el saldo final crece. Al empezar la pandemia, los cierres superaron las creaciones de empresa y en 2020 el número total de empresas cayó un 8%. En 2021 la situación mejoró, pero ahora en 2022, con la guerra de Ucrania y la inflación, la situación se está torciendo.

Cambios de hábitos

Si nos preguntamos los motivos por los que cierran las empresas, podríamos decir de forma genérica que es porque generan pérdidas y/o carecen de caja para continuar. Pero esto es consecuencia de otras causas. La más importante es la carencia de un producto competitivo que sea apreciado por los clientes. Antes de que llegara la pandemia, ya había comenzado la Cuarta Revolución Industrial que, con la irrupción de internet, los robots, las redes sociales..., ha provocado cambios en los hábitos de los consumidores y la aparición de nuevos agentes con una oferta más atractiva. Lo vemos especialmente en los sectores donde internet ha entrado con fuerza: medios de comunicación, comercio, agencias de viaje... La covid ha acelerado la transformación de algunos sectores, pero se trata de un fenómeno iniciado hace más de una década. Muchas empresas están en sectores en donde sus competidores están yendo más rápido que ellas y se quedan fuera de mercado. Para hacer frente a ello, es necesario apostar por la innovación de producto, de canales de distribución (online...), de comercialización, o de calidad del servicio, por ejemplo.

Caída de ingresos por la pandemia

Con la pandemia cierran también muchas empresas que no pueden aguantar la caída continuada de los ingresos. Esto ha ocurrido, sobre todo, en el sector comercio, hoteles, restaurantes, cultura y similares. Las soluciones no son fáciles, ya que o bien se necesita dinero para capitalizar la empresa y resistir; o bien es necesario diversificar las líneas de actividad, ya que la pandemia no perjudica a todos los sectores. Recordemos, por ejemplo, el caso de una conocida cadena hotelera que está resistiendo bien la covid porque es un grupo que tiene empresas agroalimentarias que van muy bien. Pero esto no se improvisa, se necesitan años para conseguirlo.

Gestión interna

También hay empresas que cierran a pesar de tener un buen producto. Las causas más frecuentes son internas: conflictos entre los propietarios, desmotivación del equipo humano, mala gestión financiera que hace que estiren más el brazo que la manga o fraudes (robos, estafas...). A menudo son empresas que mueren de éxito puesto que al tener mucha facturación se olvidan de gestionar bien los recursos que generan. Para evitar estos problemas, es necesario diseñar una buena gobernanza (por ejemplo, disponer de un pacto de socios que regule las principales fuentes de conflicto), apostar por las personas, gestionar las finanzas de forma prudente y hacer una buena política de gestión de riesgos .

Coste de la energía

Últimamente, hay empresas que cierran por el incremento del coste de la energía (electricidad, gas, carburante...). Son empresas que no pueden repercutir a sus clientes el incremento del coste y han entrado en números rojos. En los últimos años, de acuerdo con datos de la Cambra de Comerç de Barcelona, de cada 100 euros que ingresaba una empresa, tenía unos gastos de 97 y, por tanto, ganaba 3. Actualmente hay muchas empresas que, debido al coste de la energía, por cada 100 euros que ingresan, pierden 5 o más. En estos casos, poco pueden hacer las empresas más allá de introducir mejoras en eficiencia energética. La solución pasa por conseguir que el Estado reduzca el coste de la energía, ya sea bajando los impuestos, subvencionando una parte del coste con cargo a los superbeneficios que están teniendo muchas empresas energéticas o cambiando el sistema de fijación de precios del energía para limitarlos.

Burocracia

También vemos a empresas que cierran porque no pueden hacer frente al exceso de burocracia y a los cambios regulatorios. Hay empresarios que abandonan el país por estos motivos y se establecen en otros donde no les ponen tantos palos en sus ruedas. En este tema cabe recordar que, de acuerdo con el Banco Mundial, en nuestro país el coste de los trámites administrativos y el tiempo que suponen son mucho peores que en los países de nuestro alrededor.

En resumen, si queremos que cierren menos empresas es necesario priorizar temas como la innovación, las personas, la buena gobernanza, las finanzas prudentes, la gestión de riesgos, precios de la energía más bajos y la reducción de la telaraña burocrática que nos ahoga.

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