¡Viva el Paraulògic!

La mejor noticia de esta semana de noticias alarmantes o bochornosas ha sido para mí, sin duda, el éxito cosechado por el juego en línea Paraulògic. Explicación para no iniciados: se trata de un juego de creación de palabras, a partir de siete letras dadas, y que cambian cada día. El juego se actualiza cada madrugada y al día siguiente se ofrecen las soluciones del anterior. A medida que vas jugando y acertando palabras vas subiendo de categoría. Las categorías se definen por el nombre de distintas aves: empiezas siendo un humilde pollito y puedes terminar convertido en una majestuosa águila. En el ascenso pasas por paloma, pato, cisne y mochuelo. Importante: las palabras solo son válidas si están en el DIEC, el diccionario normativo de catalán de l'Institut d'Estudis Catalans. Se trata de una iniciativa asociada al servicio de vocabulario en línea Rodamots, que a su vez fue una iniciativa unipersonal del lingüista Jordi Palou. Y es algo más: una feliz colaboración entre personas preocupadas por la lengua. 

El juego se ha puesto tan de moda que, últimamente, la pregunta más escuchada es: ¿tú juegas al Paraulògic? Y si juegas, la segunda pregunta más escuchada es: ¿qué categoría eres? ¿Has llegado a mochuelo, sigues en pato? ¿A qué aspiras? O, de otro modo, ¿cuántas palabras encontraste ayer? Lo juegan en las aulas durante las clases de catalán y hay gente enganchada de todas las edades. Desde niños que están aprendiendo a leer hasta abuelos y abuelas que quieren refrescar la memoria y mantenerse activos. Y no pocos escritores. 

Y todo esto en catalán Y en tiempos aciagos para nuestra lengua. Por todas partes suenan alarmas. Se oye poco el catalán en los patios de las escuelas, se utiliza poco en los restaurantes y la hostelería, hay una batalla campal entre los tribunales y el Departament d'Educació. Ergo, qué bien nos viene este rayo de esperanza. Qué falta nos hacía. 

El juego es maravilloso por muchas razones. Aúna las dos características que nos definen como especie: nuestras ganas de jugar y nuestras ganas de hablar. Lo lúdico y lo verbal. El 'Homo Ludens' y el 'Homo Loquens'. Demuestra que las palabras pueden utilizarse para algo más que para mentir a la opinión pública o para ofender al contrario. Para divertirnos, por ejemplo, o para entretenernos (y qué difíciles son ambas cosas, en tiempos de sobreexcitación como los que vivimos). Además, nos permite mejorar nuestro dominio del idioma, sea el que sea. Habrá muchos catalanoparlantes que antes del Paraulògic eran pollitos y que ahora tienen la oportunidad de ser cisnes, o tal vez patos. De aspirar a las alturas del águila. Es decir, de mejorar sus recursos. Es decir, de hacer que la lengua también mejore. 

Ya les digo, qué alegría de noticia. Debería haber una así cada vez que Putin convoca una rueda de prensa de esas suyas o que alguien del PP abre la boca. Ojalá el Paraulògic tenga larga vida. Y si aún no han jugado, no sé a qué esperan.

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