Ágora

Contra el terror sexual, derecho a vivir en libertad

Hacen falta medidas profundas, que sacudan y rompan los mecanismos que hacen que perviva un sistema injusto y desigual

Violencia machista

Violencia machista

Montserrat Pineda

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Crecemos con el miedo en el cuerpo: vigila, ¿dónde vas? Vigila, ¿con quién? Vigila, ven temprano. Vigila, no vuelvas sola. Vigila. Vigila. Vigila. Nosotras, mujeres de todas las edades y condiciones, no tenemos que vigilar, no tenemos que tener miedo. No nos pueden continuar coartando la libertad, el derecho a nuestro cuerpo y en nuestra vida. Nosotros no somos las responsables ni las culpables de sufrir agresiones sexuales. El terror sexual que se nos impone es un mecanismo del sistema patriarcal y machista para controlarnos y someternos; para reducir nuestros movimientos y limitar nuestros derechos. Pero ya estamos hartas y decimos basta. Y lo decimos desde la calle y desde las instituciones.

Basta al miedo que el sistema nos inocula, en lo más hondo, en las creencias, en las tradiciones y en la educación recibida. Basta a ser agentes pasivas que desde la acción individual estamos en constante alerta para evitar ser las atacadas. Basta a que la responsabilidad de las violencias que ejercen los hombres sea nuestra. Tenemos derecho a ejercer nuestra libertad, a movernos, a vestir, a disfrutar, a hacer y deshacer. Y tenemos derecho a que se nos respeten estos derechos. Y las instituciones tenemos la obligación de garantizarlos, en el espacio privado y en el público.

Contabilizamos 1.558 delitos sexuales los primeros 9 meses de este 2021, una cifra inaceptable que pone de manifiesto las consecuencias de un sistema injusto y desigual. Queremos erradicar las violencias sexuales estructurales que sufrimos, pero también los mecanismos que las sustentan y que fortalecen y hacen pervivir el sistema patriarcal. Y para hacerlo, hacen falta medidas profundas, que sacudan y rompan con engranajes atávicos que, como todo poder, han encontrado la manera de protegerse para sobrevivir. En este sentido, desde la Conselleria d’ Igualtat i Feminismes hemos empezado a activar estrategias que puedan hacer tambalear los cimientos de este modelo patriarcal.

Estamos desarrollando un modelo de abordaje de las violencias sexuales que, además de activar medidas para atender de manera integral a las mujeres, evita revictimitzaciones y aborda la violencia institucional; pone el foco en la prevención y sensibilización de los hombres y la sociedad en su conjunto desde una perspectiva feminista. Cambiar los imaginarios sexistas de los delitos sexuales, y romper con prejuicios y estereotipos vinculados a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, es una de nuestras prioridades. En este marco, la Estrategia Nacional de Derechos Sexuales y Reproductivos es un pilar clave para garantizar estos derechos en toda la población, en especial atención a mujeres, niñas y personas trans.

En esta tarea de prevención y sensibilización no podemos olvidar el papel clave que tienen los medios de comunicación. La cobertura mediática morbosa, estereotipada y sin contexto de los delitos sexuales ha contribuido a fortalecer mecanismos patriarcales como el del terror sexual. Los medios son agentes claves para la transformación de imaginarios sexistas que dejen de culpabilizar y revictimizar a las mujeres que sufren violencias. Hace falta la implicación de todo el mundo. 

Sabemos que violencias sexuales habrá mientras se mantenga el sistema de poder de los hombres por encima el resto, mientras los cuerpos de las mujeres sean un espacio de ocupación y dominación. Y mientras acabamos con este sistema, activando medidas y estrategias que garanticen nuestros derechos, tenemos que potenciar el empoderamiento de todas para ser agentes activas con el derecho a ejercer nuestra libertad. 

Se ha acabado vigilar, se ha acabado tener miedo. Se tiene que acabar de pensar que son hechos aislados y entender cómo se articula el control social sobre nuestras vidas. Desactivemos el mecanismo patriarcal del terror sexual y de manera transversal en toda la sociedad, y con el impulso de la Conselleria, sensibilicemos, acompañemos, eduquemos, actuemos, responsabilicemos y ejecutemos medidas de respuesta, intervención y reparación para conseguir una sociedad que nos garantice a todas vivir seguras y con libertad. Este año volveremos a llenar las calles el 25 de noviembre y todos los días del año porque el derecho a disfrutar de la vida en libertad es irrenunciable. 

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