Líderes cara a cara

Los dirigentes del G-20 albergaban la esperanza de sellar un acuerdo sobre emisiones cero en 2050

Los dirigentes del G-20 albergaban la esperanza de sellar un acuerdo sobre emisiones cero en 2050 / ANDREAS SOLARO / AFP

Rafael Vilasanjuan

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Desde que empezó la pandemia, la cumbre de Roma es la primera que ha reunido cara a cara a los líderes de los 20 países que más poder tienen en el planeta. En el G-20 no todo son economías ricas, ni tienen el mismo poder, algunos son potencias globales y otras regionales, algunos fueron colonizadores y otros colonizados, pero esta veintena de países suman el 60% de la población mundial, controlan el 75% de la economía global y generan el 80% de los gases que calientan el planeta. Es lógico mirar a este grupo para saber si avanzamos o nos estancamos en batallas estériles sobre quién dominará el futuro, cuando nos dicen que la suerte colectiva es mas que incierta.

Nada en la agenda global puede tener más relevancia que un acuerdo sellado entre estos 20 y, sin embargo, a pesar de que en vez de vomitar afrentas que viajan por las redes por fin se han podido ver las caras, podríamos convenir que mientras los líderes anuncian la botella medio llena, el grueso de la sociedad ni siquiera considera que el nivel alcance para verla medio vacía.

Han validado el impuesto global para grandes empresas, sin duda necesario. Pero la botella está vacía cuando miramos la creciente desigualdad en el mundo. Como lo está para dos terceras partes de la humanidad donde apenas han llegado vacunas y la pandemia frena su desarrollo y arriesga también a nuevas variantes del virus, que vuelvan a colapsar la economía global.

Sin un plan operativo de emergencia, el anuncio de llegar a mitad de 2022 al 70% de vacunación en todo el mundo, será poco mas que una declaración de buenas intenciones. Lo mismo que en el cambio climático, donde la cumbre entrega el relevo a la reunión del COP26 que empieza en Glasgow sin haber alcanzado cuotas de calado para frenar el ascenso de temperatura a 1,5°, para el abandono del carbón o los recursos para apoyar a las economías menos desarrolladas. Solos no pueden hacer nada, por eso es bueno que por fin se hayan visto en persona, aunque juntos esperábamos que dieran mas la cara.

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