Pros y contras

Generaciones y torturas en Via Laietana

Es normal que el secretario de Estado de Interior, que no ha leído a Antoni Batista ni sabe las torturas que se llevaban a cabo en la comisaría de Via Laietana, crea que es un símbolo democrático

La comisaría de Via Laietana en Barcelona

La comisaría de Via Laietana en Barcelona / RICARD CUGAT

Josep Maria Fonalleras

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Yo entiendo muy bien al secretario de Estado de Interior en el acto solemne de conmemoración de los Ángeles Custodios, los que velan por la seguridad de todos. Entiendo muy bien a Rafael Pérez Ruiz, en un acto en el que uno de los jefes de la Policía Nacional consideraba que los catalanes agradecen "el trabajo abnegado y silencioso" de los policías. ¿Abnegado y silencioso? ¿Todos los catalanes? Quizás hay algún catalán que no considera este agradecimiento, pero bueno, la fiesta de los Custodios tiene estas cosas, estos excesos verbales. Por eso le entiendo cuando dice que la comisaría de Via Laietana "ha sido y es un símbolo de servicio público en el que varias generaciones de policías han contribuido a fortalecer la democracia". Es normal que el secretario de Estado, que no ha leído a Antoni Batista ni sabe, en consecuencia, las torturas que se llevaban a cabo en esa 'casa de los horrores', crea que es un símbolo democrático y no un emblema del sufrimiento terrible de generaciones de demócratas. ¿O no sabe qué es una generación? Prefiero pensar (y ya sería grave) que dijo lo que dijo por ignorancia y por la efusión del momento. ¿O es que acaso lo hizo convencido de que tortura es igual a democracia?

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