Ficción

Vuelven los 90

Podríamos estar ante el resurgir del thriller criminal, de esa manera de acercarse a un género que las últimas décadas ha tomado otras sendas

Un momento de la serie Spiral: Saw

Un momento de la serie Spiral: Saw

Desirée de Fez

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¿La adicción al true crime documental podría hacer revivir un género que andaba medio muerto? Hace semanas se estrenó 'Pequeños detalles (2021), un thriller criminal, con Denzel Washington y Rami Malek, del que se dijo de forma bastante unánime que parecía de otro tiempo. Hay una razón: la primera versión del guion de esa película, un proyecto que se activó y desactivó durante tres décadas, es de finales de los 90. Se nota. Es un thriller criminal como los que secuestraron los 90, películas que aparecen a rebufo de la sensacional 'Seven' (1995) y, con sus variaciones, son eminentemente 'buddy movies' (películas de colegas) en torno a la investigación de los crímenes cometidos por un asesino de identidad desconocida. Serían buenos ejemplos 'El coleccionista de amantes' (1997) y 'El coleccionista de huesos' (1999).

Por otro lado, en breve se estrena 'Spiral: Saw, el reboot de Saw' (2004), una película que parecía una continuación tardía de 'Seven' pero que acabó convirtiéndose en un exitazo y en el motor de una popular saga. Aun fiel al espíritu, la iconografía y la carnicería de la serie inaugurada por James Wan, 'Spiral: Saw' también tiene, curiosamente, mucho de ese thriller criminal que conquistó los 90 y aún coleó en los 2000. Incluso a nivel estético, algo que también le pasa a 'Pequeños detalles'. Tal vez se trate sólo de una coincidencia, del solape en el tiempo de las intenciones de varios creadores en una misma sintonía nostálgica. Pero podríamos estar ante el resurgir de ese tipo de thriller criminal, de esa manera de acercarse a un género que, aunque nunca ha desaparecido, las últimas décadas ha tomado otras sendas. Las razones de este tipo de renacimientos suelen ser variadas, incluso abstractas. Pero quizá la clave esté en el éxito fulminante del true crime documental y, especialmente, en la adicción a las propuestas del género cuyo relato (a veces pespunteado con reconstrucciones ficticias) se centra precisamente en eso, en la investigación –rocambolesca y llena de giros– de una serie de crímenes cometidos por asesinos de los que costó descubrir la identidad y a los que fue entre difícil e imposible dar caza. Que esos relatos nos enganchen hoy sin ese anclaje en lo real ya es otro tema.

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