Reivindicación razonable

Sobre vacunar a actrices y actores

Los productores arriesgan mucho dinero en una película y si los protagonistas se contagian, hay que parar la producción, con el consiguiente batacazo económico para quienes trabajan en ella

Jordi Sánchez

Jordi Sánchez

Carles Sans

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Hace poco más de una semana que Helena García-Melero entrevistaba en TV-3 al actor Jordi Sánchez, convaleciente de haber sufrido el covid-19 con un coma inducido que le tuvo hospitalizado durante 21 días en extrema gravedad. Impresionante testimonio el de Jordi, especialmente cuando habló de las alucinaciones que padeció continuamente y que le sumieron en una inmensa tristeza. Alucinaba con que la mayor parte de sus familiares habían fallecido, incluyendo a su hijo. Un angustioso relato que un aprensivo como yo añade al acopio de temores acumulado durante esta pandemia que me tiene algo acobardado. Le preguntaron a Sánchez dónde y cuándo creía que se había contagiado, a lo que el actor respondió que durante el rodaje de una serie. 

Todo esto viene a cuento porque hace pocos días los productores de cine y teatro reclamaban al Gobierno vacunas del covid para actores y actrices. A los actores se les hacen pruebas de antígenos o incluso PCR en su puesto de trabajo, pero nuestro oficio exige estar sin mascarilla durante todo el tiempo en el que estamos en un set de rodaje o en el escenario del teatro, lo que supone un riesgo incontrolado. A través de las redes sociales, Carlos Bardem ha solicitado al ministro más desaparecido de cuantos ministros de Cultura hemos tenido, que interceda por un sector en riesgo permanente. Como era de esperar, algunos no han tardado en criticar la petición de Bardem, e incluso desde la misma profesión se le apoya, pero con la boca pequeña, no porque no la crean razonable, sino porque ahora mismo se teme que se vaya a malinterpretar pedir vacunas por ser actriz o actor.

Yo pienso que es razonable lo que se pide. Los productores arriesgan mucho dinero en una película y si la actriz o el actor principal se contagia, hay que parar la producción, con el consiguiente batacazo económico para todos cuantos trabajan en ella, que suelen ser muchos. Es un tema delicado en el que el ministro debería de intervenir, pero la política es cobarde y muchas veces se opta por no afrontar todo lo que levante ampollas no sea que se pierdan por ahí algunos votos.