apunte

El virus en el Mobile

Barcelona L Hospitalet  07 02 2020  Treballadors durant el muntatge de el MWC Mobile World Congress a la Fira de Gran Via que has estat suspes per l epidemia de coronavirus   Foto Robert Ramos

Barcelona L Hospitalet 07 02 2020 Treballadors durant el muntatge de el MWC Mobile World Congress a la Fira de Gran Via que has estat suspes per l epidemia de coronavirus Foto Robert Ramos / Robert Ramos

Agustí Sala

Agustí Sala

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es innegable que GSMA, la organización del Mobile World Congress (MWC), está haciendo todos los esfuerzos para que pueda haber una edición en Barcelona del salón de los móviles, el más importante del mundo. Se trata de recobrar una (mínima) normalidad, tras haber tenido que cancelar la edición de 2020, justo en los albores de la pandemia del coronavirus. Medidas de seguridad, tests... la organización ha puesto toda la carne en el asador y reforzado su vertiente virtual para que los expositores o potenciales visitantes que rehuyan todavía la movilidad o que no lo tengan muy claro puedan participar. Aún así, el goteo de deserciones empieza a recordar un proceso que un año atrás ya sabemos cómo acabó. De todas, en esta ocasión, están más preparados y con la maquinaria lista para un entorno muy distinto al que existía en la época prepandemia.

Lo cierto es que, un año después, el virus, en su tercera ola, sigue haciendo de la suyas. Además de retrasar el MWC (debería haber sido en marzo) y hacerlo más limitado y con la mitad de visitantes en el mejor de los casos, ha aguado el estreno del ISE, el mayor salón del audiovisual del mundo, que decidió trasladarse de Ámsterdam a Barcelona y que este año tendrá una convocatoria reducida, virtual y de pequeño formato.

No son los únicos casos. Ha sucedido también con otro de los grandes salones de Fira de Barcelona, Alimentaria, que finalmente optó por trasladar su celebración al año que viene para que pueda ser una verdadera edición normalizada. Mal iremos, para entonces, dentro de un año, si las cosas no son así. En todo caso, el coronavirus ha sido una lección de humildad. Un microorganismo es capaz de paralizar y derrumbar la economía mundial. Somos más vulnerables de lo que creemos. Cualquier esfuerzo por tratar de recuperar la normalidad, por mínima que sea, debe ser bien recibido. Hace un año, el MWC y su cancelación marcaron el inicio de una etapa oscura. A ver si ahora, aunque con limitaciones, es como una vacuna para la recuperación.

Suscríbete para seguir leyendo