Pros y contras

Chapuza

El diputado de Cs por Girona Jean M. Castel, en un acto de campaña de las elecciones catalanas del 14F.

El diputado de Cs por Girona Jean M. Castel, en un acto de campaña de las elecciones catalanas del 14F.

Josep Maria Fonalleras

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La campaña de Ciudadanos ha comenzado con una chapuza de proporciones esperpénticas. De hecho, la idea de «Vota abrazo», con persones que no abrazaban a otra persona, sino a ellos mismos, ya tenía un punto de simpleza considerable, religar el deseo de volver a tocar la piel del otro con la voluntad de «volvernos a abrazar como catalanes». Se descubrió, sin embargo, que las personas no eran ciudadanos auténticos y verdaderos, con nombres, apellidos, sino que provenían de un banco de imágenes, de los que se usan para hacer campañas publicitarias cuando no tienes a mano verdaderos y auténticos ciudadanos y tienes que tirar de modelos anónimos que tanto sirven para anunciar teléfonos como hipotecas, planes de ahorros o problemas de contención de esfínteres.

Otra chapuza es la de la censura del contrato entre AstraZeneca y la Unión Europea. Intentan tachar lo que no conviene que se conozca, pero se olvidan de una función del pdf que permite ver lo que hay debajo de lo que han tratado de borrar torpemente. Y así sabemos cosas que no convenía que supiéramos. Ahora que caigo, sin embargo, ¿y si las chapuzas, en lugar de ser chapuzas, fueran estrategias de mercado?