¡Rápido, otra foto de la cúpula!

Nos han restaurado la cúpula de la iglesia de Sant Andreu del Palomar.

Es uno de los símbolos de identidad del barrio y hacía años que estaba bastante deteriorada.  Pedía a gritos (o a campanadas) un lavado de cara. Finalmente, la restauración empezó poco antes de la pandemia y acabó poco después del confinamiento. La hemos tenido en cuarentena, pobrecita, apuntalada con hierros y andamios como prótesis de gigante tullido, pero ahora luce espléndida.

No es extraño que los vecinos la fotografíen desde todos los ángulos posibles, en todas las condiciones climáticas, en cualquier hora del día y la noche. Como resulta muy frecuente que estas fotografías acaben en la página de Facebook 'No ets de Sant Andreu si no...', un grupo al cual me he vuelto adicto de un tiempo a esta parte.

Habitualmente, sirve de red de ayuda entre vecinos: hay quien pide recomendaciones de guarderías, quien busca carpinterías o quien se ofrece para impartir clases de japonés... En este sentido, no deja de ser muy diferente del tablón de corcho de un centro cívico, por ejemplo.

La única regla no escrita es que te tienes que referir a San Andreu como pueblo y no como barrio, a riesgo de ser amonestado amigablemente porque hay un sentimiento de 'vila' ('¿vilatanisme?') que se ve atacado al más pequeño descuido.

La parte más entretenida, sin embargo, es la de los posts polémicos.

En el barrio (perdón, en el pueblo) tenemos tres o cuatro temas candentes que enervan los ánimos de sus casi 15.000 miembros. Uno de los más delicados por la deriva que acaba cogiendo es el de la inseguridad ciudadana. Otro –que fue el tema estrella una buena temporada pero ahora ya va de bajada– es la calamitosa reforma de la calle Gran, que a buen seguro le hizo silbar los oídos a la alcadesa. El más habitual y que tiene posiciones muy enfrentadas entre vecinos es el de los cortes de la Meridiana en protesta por la sentencia de los presos políticos.

Mi parte favorita de estas discusiones es cuando, en el momento en que la cosa está más caliente, hay la intervención divina de un vecino que, para cortar el mal ambiente, escribe: “¡Rápido, que alguien cuelgue otra foto de la cúpula!”.