Que empiece el debate sobre el impuesto de Sociedades

Anda preocupada una parte de la clase empresarial por la subida fiscal para rentas altas que prepara el Gobierno.

Hacen falta recursos para financiar el Estado de bienestar que demanda la sociedad española y la factura de deuda que está dejando la pandemia. En sus dos frustrados proyectos de Presupuestos (2019 y 2020), el Gobierno ya había previsto fijar un tipo mínimo del 15% sobre la base imponible del Impuesto sobre Sociedades para los grupos consolidados y para las compañías con una facturación superior a 20 millones. En contrapartida, planeaba bajar del 25% al 23% el tipo nominal para empresas con facturación de hasta un millón.

El Gobierno mantiene sus planes de una mayor contribución de las grandes empresas para el proyecto de Presupuestos del 2021 que prevé elaborar tan pronto sepa qué puede esperar España del Fondo de Reconstrucción que el Consejo Europeo prevé negociar el 17 y 18 de julio. Se desconoce, sin embargo, si los daños de la pandemia sobre las empresas llevarán al Gobierno a modular su pretendido tipo mínimo de Sociedades de un modo distinto al barajado antes del coronavirus. Mientras tanto, algunos de estos datos pueden servir para ir preparando el debate:

Uno: Los grupos consolidados tributan en el impuesto de sociedades a un tipo efectivo del 6,2% sobre el beneficio obtenido.

Dos: Para el resto de las empresas este tipo resulta el 16,8%.

Tres: Según el último informe de Oxfam sobre las 35 empresas del Ibex, estas tenían 805 filiales en paraísos fiscales en el 2018, con un beneficio de unos 13.000 millones. El peaje del 5% que el Gobierno quiere poner a los dividendos repatriados supondría unos 650 millones solo para estas cantidades.

Cuatro: Las 134 multinacionales españolas con una facturación superior a 750 millones (y sus 16.160 filiales) pagaron impuestos en todo el mundo por una cantidad equivalente al 12,6% de su beneficio neto global. En particular, 27 de estos grupos apenas tributaron por el 0,3% de su beneficio. En contrapartida, hubo 37 multinacionales que pagaron el 31,6%. No todos los grupos son iguales.

Cinco: La pequeña y mediana empresa debe convivir con la competencia desleal que supone la economía sumergida. Los 187.000 puestos de trabajo aflorados a partir del Plan Director por un Trabajo Digno se han traducido en 1.600 millones adicionales para la Seguridad Social, según la exministra de Trabajo Magdalena Valerio.

Seis: La Autoridad Fiscal está evaluando la eficacia de 13 bonificaciones fiscales por un importe total de unos 31.800 millones de euros anuales, de los que al impuesto de sociedades solo corresponden 957 millones (I+D+i, tipos reducidos y donaciones).

Ahora, que empiece el debate.

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