LA CLAVE

¿Cuánto será suficiente?

Europa se la juega en las próximas 72 horas: hay que acabar con la ortodoxia alemana

La ministra de Asuntos Económicos y vicepresidenta tercera del Gobierno, Nadia Calviño, el pasado 9 de marzo en Madrid.

La ministra de Asuntos Económicos y vicepresidenta tercera del Gobierno, Nadia Calviño, el pasado 9 de marzo en Madrid. / periodico

Albert Sáez

Albert Sáez

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Resuenan estos días las palabras de Mario Draghi en julio de 2012 cuando atajó los ataques a los países del sur de la zona euro tras el default parcial de la deuda griega: "Haremos todo lo que sea necesario; y créanme, será suficiente". Su sucesora en el Banco Central Europeo (BCE) , Christine Lagarde, lleva dos intentos fallidos. Pero los mercados siguen acechando al euro y, especialmente, a la deuda de España e Italia. Los 750.000 millones de compra de deuda no atajan la hemorragia. Hace falta más. Crecen las voces que proponen alternativas. El vicepresidente del mismo BCE, Luis de Guindos, apoya una "renta mínima de emergencia". Todos ponen como ejemplo lo que ha hecho Dinamarca que pagará el 75% de los sueldos durante dos meses, mientras dura el confinamiento. Dinamarca se lo puede permitir: no está en el euro, su deuda pública suma algo más de 100.000 millones de euros, en torno al 34% del PIB. España no se lo puede permitir. Italia tampoco. O al menos no lo pueden hacer sin la ayuda de Alemania. Y la duda es si el coronavirus va a cambiar la ortodoxia germánica. Los datos que presentó este lunes el famoso Ifo sobre el impacto de la pandemia en la primera economía de la UE son espeluznantes: una caída de hasta el 20% del PIB y una factura de 750.000 millones de euros. 

La suerte europea se juega en las próximas 48 o 72 horas. Si Alemania y los países nórdicos cambian de criterio en el tema de los eurobonos, como pide Pedro Sánchez, muchos gobiernos podrán promover medidas como la danesa. No se trata de un plan Marshall sino de mutualizar la deuda que va a generar el parón de la pandemia. El presidente español lo dijo bien: hay que imaginarse que 2020 va a tener dos o tres meses menos. Eso quiere decir que España debe fabricar deuda por un valor equivalente a entre 200.000 y 300.000 millones de euros para trasladarlos a trabajadores y empresas, no en forma de aval o de garantía de la deuda, sino en forma de transferencia a fondo perdido, a cuenta de una deuda pública que se convertirá en perpetua en la caja fuerte del BCE. Todo lo demás, no será suficiente, créanme. Es lo que el economista Jordi Galí denomina el "dinero helicóptero"