DOS MIRADAS

Súbditos

¿Hay presos políticos con derechos? Tan importante es dialogar como saber de qué hablamos

Jordi Cuixart sale de la cárcel de Lledoners para disfrutar de su primer permiso penitenciario, el pasado 16 de enero

Jordi Cuixart sale de la cárcel de Lledoners para disfrutar de su primer permiso penitenciario, el pasado 16 de enero / periodico

Emma Riverola

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La ilusión de una Catalunya independiente se convirtió en un folio en blanco en el que cada uno escribió sus deseos. Una lista para la esperanza y otra con los tachones de lo impugnado. Los políticos del ‘procés’ dieron alas con promesas imposibles, mientras ellos se encadenaban a las utopías ofrecidas. En un muro se pintó el trampantojo de Ítaca. A fuerza de darse cabezazos, la lista se fue oscureciendo. Y las palabras negras se afilaron como armas. 'Súbditos' y 'presos políticos' son las más poderosas. ¿Verdad o propaganda?

Las coronas están condenadas a desaparecer por puro anacronismo, pero España no es una monarquía absoluta. Felipe VI está sujeto al poder parlamentario y ejecutivo. Tenemos Rey, pero no somos súbditos, es fácil. No tanto el concepto de preso político. Una condena superlativa ha oscurecido el juicio. Pero hubo delito, no son perseguidos por sus ideas y están protegidos por sus derechos. Òmnium afirma que Jordi Cuixart cumple condena "sin renunciar a ninguno de los derechos que le corresponden como preso político". ¿Un preso político con derechos? Tan importante es dialogar como saber de qué hablamos.