Sociedad longeva

Riesgos de envejecer en soledad

Uno de los riesgos de esta soledad es el maltrato hacia personas mayores por aislamiento, falta de apoyo social o fragilidad. La noticia optimista es que están surgiendo iniciativas sociales y públicas orientadas a afrontarlo

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Antón Costas

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No me gusta utilizar las palabras 'viejo', 'envejecimiento' o 'sociedad envejecida'. En su lugar, prefiero 'longevo', 'longevidad' o 'sociedad longeva'. No es una manía personal; es que las palabras que empleamos para ver la realidad social son como las lentes de los microscopios que utilizan los científicos, según la lente o la palabra utilizada se ven cosas diferentes en una misma realidad

La realidad a la que me refiero es el maravilloso aumento de la esperanza de vida media en el último medio siglo en las sociedades desarrolladas. En nuestro caso, la mayor del mundo, después de Japón. A mi juicio, es uno de los mayores logros de la humanidad. Sin embargo, para algunos es una especie de maldición de Matusalén.

Eso es lo que ocurre cuando utilizamos los términos 'envejecimiento' o 'sociedades envejecidas'. De pronto, todo lo que nos aparece delante son fatalismos de todo tipo: quiebra de los sistemas públicos de salud y de pensiones, sistemas políticos conservadores por influencia del voto de los mayores, baja productividad económica, y otros males parecidos. Desde esta visión, el aumento de esperanza de vida es una enfermedad social infecciosa.

Sin embargo, cuando miramos esa misma realidad con los términos 'longevidad' o 'sociedades longevas' lo que vemos son los dividendos de la longevidad. No solo para las personas que tienen la fortuna de vivir 15 o 20 años más que sus progenitores, sino también para la sociedad y la economía en su conjunto.

De hecho, en general, no se hace ninguna aportación relevante al bien común antes de los 60 años. Si la vida no te ha tratado mal, habiendo construido ya un cierto patrimonio, cuidado y llevado adelante a los hijos, con la experiencia, el sosiego y la independencia adquirida, a partir de esa edad puedes dedicar energías y esfuerzos a luchar con convicción por una sociedad mejor.

Riesgos asociados a la edad

Fíjense, por citar un solo ejemplo, en el caso de Estados Unidos. Los candidatos demócratas con mayores posibilidades de ganar las primarias a las elecciones presidenciales del año próximo son personas mayores de 70 años: Bernie Sanders, Elizabeth Warren, Joe Biden y Michael Bloomberg. El papel de las mujeres mayores es también cada día más visible y relevante. Es el caso de Nancy Pelosi, presidenta del Congreso de los Estados Unidos, de Angela Merkel, canciller alemana, de Christine Lagarde, nueva presidenta del Banco Central Europeo o de Ursula von der Leyen, nueva presidenta de la Comisión Europea.

Pero esta descripción positiva de la longevidad no puede desconocer algunos riesgos que vienen asociados a la edad, aunque no forman parte inevitable de ella. Uno de ellos es la soledad no querida, y las patologías asociadas a esta soledad.

Según una información publicada en este diario el pasado miércoles, de acuerdo con los datos de la Agència de Salut Pública de Barcelona, en la ciudad viven 350.000 mil personas mayores de 65 años, el 21% de la población. De ellos, 90.000 personas viven solas, el máximo histórico. Una soledad que afecta en mayor grado a las mujeres. La información no dice cuáles son las condiciones de vida y salud. Pero los datos que aportan organizaciones dedicadas a la identificación y atención a personas mayores de la ciudad en situación de fragilidad, como los programas Radars o Vincles señalan que dentro de este colectivo hay casos importantes de soledad, aislamiento, falta de apoyo social y fragilidad.

Afrontar los malos tratos

Uno de los riesgos de esta soledad de personas mayores es el maltrato por parte de sus familiares o del entorno en que viven. No se trata de un fenómeno nuevo, sino de que ahora está saliendo de su invisibilidad. Se trata de malos tratos que van desde la negligencia y el abandono a la violencia física y al expolio económico. Este es un riesgo grave y que va en aumento.

La noticia optimista es que están surgiendo iniciativas sociales y públicas orientadas a afrontar este riesgo. Esta semana he tenido la ocasión de participar en un coloquio organizado para dar a conocer el Servei Especialitzat d'Atenció a les Persones Grans (SEAP), una iniciativa emprendida por profesionales del mundo sanitario, jurídico y social, con el apoyo del Consell Comarcal del Baix Llobregat, y en contacto con la Fiscalía y la Judicatura. Los ejemplos de mal trato son reveladores de un problema social grave, en gran parte, aunque no únicamente, asociado al riesgo de envejecer en soledad.  Esta iniciativa me reconcilia con la humanidad. Debe ser conocida, apoyada y extendida a otros municipios.