Opinión | Editorial

El Periódico
Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Torra y la espiral de violencia en BCN

Frente a los disturbios no caben conspiraciones, sino una denuncia firme e inequívoca

Mossos forman ante la Conselleria de Interior.

Mossos forman ante la Conselleria de Interior. / periodico

No se puede ser al mismo tiempo un activista y ‘president’ de la Generalitat. En las últimas 72 horas, en diversas localidades catalanas, sobre todo en Barcelona, se han vivido intolerables escenas de violencia protagonizadas por radicales. El ‘president’, Quim Torra, dejó transcurrir todo el día perdiendo la oportunidad de condenar de forma explícita los disturbios. «La violencia no nos representa», dijo solo Torra desde una de las marchas que confluyen hacia la capital catalana. Horas después, una protesta ante la Conselleria d’Interior derivó en gravísimos altercados por numerosos puntos de Barcelona. No fue hasta entonces, pasada la madrugada, que Torra compareció en una breve intervención en la que no tuvo más remedio que condenar la violencia y acusó de los disturbios a "grupos de infiltrados y provocadores"

Es indiscutible que el movimiento independentista ha demostrado durante años un carácter inequívocamente pacífico. Grandes manifestaciones se han sucedido sin violencia. Precisamente por ello, y porque la protesta contra la sentencia del Tribunal Supremo a los líderes del ‘procés’ es legítima, el independentismo debe condenar sin ambages actitudes de extrema violencia como las vistas estas pasadas 72 horas y no arrastrar los pies y recurrir a teorías de la conspiración. 

Las reticencias de Torra para desmarcarse de la violencia contrastan con la firmeza del ‘conseller’ de Interior, Miquel Buch, en denunciar los  «intolerables» actos violentos. El ‘conseller’ defendió la labor de los Mossos d’Esquadra, lo cual sería una obviedad si no fuera porque Buch se halla bajo el fuego de una parte importante del independentismo por la labor de la policía. Si ha habido algún exceso de los antidisturbios debe ser investigado y, si procede, deben tomarse las medidas necesarias, pero como dijo Buch, los Mossos tienen la obligación de velar por la seguridad ciudadana. La comparecencia del ‘conseller’ ante los medios llegó tras horas de difíciles contactos entre los socios de gobierno para acordar cómo encaran la violencia en la calle y el papel de los Mossos. Que las ideas al respecto no estén claras en el Govern es una pésima noticia.

Como dijeron las asociaciones de comerciantes de Barcelona y Foment de Treball, las manifestaciones deben respetar el orden público y las instituciones y los partidos deben actuar con responsabilidad. Los disturbios no solo causan daños materiales y perjudican la imagen de Barcelona y de Catalunya, sino que enturbian la convivencia. El pleno del Parlament de hoy es una oportunidad para ver qué líderes están a la altura.

La mesura y responsabilidad no solo debe exigirse a los políticos catalanes. En Madrid, la derecha exige la aplicación del artículo 155 de la Constitución o la ley de seguridad nacional. No hay motivo. Es obligación de Pedro Sánchez contemplar todas las opciones, pero también lo es mantener la cabeza fría, incluso en precampaña. Un paso en falso, de Sánchez o de las instituciones catalanas, podría tener consecuencias desoladoras.