EL CULEBRÓN DEL VERANO

No diga Fati, diga Neymar

Ansu Fati, de 16 años, el debut más ilusionante habido en el Barça.

Ansu Fati, de 16 años, el debut más ilusionante habido en el Barça. / periodico

Emilio Pérez de Rozas

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Soy tan viejo, que no me importa ser el único que esté en contra de esta barbaridad. Me da tanta vergüenza que un club como el Barça se arrastre en busca del fichaje de un tal Neymar Júnior, que lo único que puedo hacer es escribir que el mismo día que se inaugura el estadio Johan Cruyff, en La Masia, santo y seña de la entidad, el mismo día que el ‘mes que un club’ demuestra sensibilidad por el legado del ‘Profeta del gol’, el Barça envíe tres negociadores a París para contratar al mayor mercenario de la historia al módico precio (a pagar cuando sea, tal vez por la próxima directiva) de 170 millones, cuando el tipo lleva tres meses sin jugar, dos años cobrando millones sin meter un gol, sin ganar título alguno y fracasando en el PSG.

Un día después de que el barcelonismo se ilusionase con los suyos, la misma semana en que se empezó a hablar (catapultados por Ernesto Valverde, que me extrañaría estuviese detrás de semejante despilfarro) AleñaCarles Pérez y Ansu Fati, por no recordar a Riqui Puig, Miranda, ChumiAbel Ruiz y tantos otros, el Barça se presenta en París para repescar a un fiestero, a un jugador que nadie sabe cómo está ni si se ha recuperado de su última lesión, a un traidor que dejó al Barça tirado antes de empezar la Liga y al tipo, cuyo padre ¡dios que padre!, mantiene una querella contra el Barça para sacarle aún más dinero.

El mismo día que el Barça inaugura el estadio 'Johan Cruyff' envía una delegación para fichar al futbolista más mercenario

No quisiera ser yo el tipo que les diga a los niños que sueñan, a ese Fati que se quedó llorando en el Camp Nou después de que González González pitase el final del partido, que deje de soñar, que Messi y Suárez se han salido con la suya, que Josep María Bartomeu quiere irse ganándolo todo y que la ilusión que ellos han generado se ha quedado en eso, ilusión. No será ‘Barto’, ni Javier Bordas, ni Eric Abidal, ni Òscar Grau, ni Patrick Kluivert, quien hable con ellos. Ya se enterarán por la prensa, por teléfono, por twitter, por washap.

Un futbolista que no existe

Porque lo que está pretendiendo hacer el Barça durante todos estos meses de verano no es otra cosa que fichar la reconstrucción de un futbolista que hace años que no vemos; comprar a una estrella, que, según Messi, se portará de maravilla cuando vuelva; repescar a alguien que ha jurado que no se irá al cumpleaños de su hermana y disolverá los ‘toiss’, es una apuesta, teniendo lo que tiene el Barça, innecesaria, vergonzosa.

Porque los malos suelen ganar cuando son más que los buenos y este rebelde, cuya única causa es la popularidad, los 'followers', su cuenta corriente, los ‘toiss’, los líos judiciales y el Whatsapp de sus amiguetes del Barça, no puede salirse de rositas, vencedor, una vez más, pues merece quedarse en la mazmorra de oro que él escogió, el PSG.

No lo necesitamos para nada, pero vendrá y, entonces, no podrán empatar un partido. O quemarán Caneletas. Eso sí, antes, ‘Barto’ despedirá a Valverde. Un clásico, vamos.

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