¿Autovías de pago?

El esfuerzo inversor en construcción de autovías ha sido muy importante, sobre todo gracias a los fondos europeos. El resultado es que hoy España dispone de la red viaria de alta capacidad más extensa del mundo tras China y EEUU. Estamos por delante de países que nos superan tanto en superficie como en población. Tenemos 18.000 km de vías rápidas de los cuales solo 3.300 son de peaje a través mayoritariamente de concesionarias. Desde la crisis del 2008, el dinero público para su mantenimiento ha caído en picado con lo que asistimos a un deterioro apreciable en bastantes casos del firme de las carreteras (grietas y baches). Cada año aumenta el número de kilómetros que presentan un riesgo elevado de accidentesriesgo elevado de accidentes.

A mitad de agosto, el ministro José Luis Ábalos resucitó la idea de algún tipo de pago por uso para garantizar el mantenimiento de las autovías, así como de las autopistas que el Estado ha recuperado o asumirá en breve, como la AP7 entre Tarragona y Alicante, gratuita en 2020, o hasta Barcelona y La Jonquera dentro de dos años. Rápidamente, la vicepresidenta Carmen Calvo acotó el debate a una mera reflexión del titular de Fomento porque es un anuncio inconveniente en el escenario de una probable repetición electoral.

Posible solución

Sin embargo, se trata de un debate que se debe abordar ya. Los 1.100 millones previstos en los abortados Presupuestos Generales para este año son insuficientes para su sostenimiento. La única alternativa al incómodo peaje tradicional es la viñeta, fórmula habitual en centroeuropa, cuya implantación permitiría acelerar la reducción de los peajes aún existentes con un único pago anual general (por ejemplo, en Austria son 88€) y que los millones de turistas que vienen en coche contribuyeran también al sostenimiento de esas vías rápidas.

La patronal de los transportistas ha declarado su “oposición total” a la medida y anuncia un pulso con el Gobierno que intente implantarla. Se trata de una respuesta tan irracional como el hecho mismo de que el 95% de las mercancías en España se mueva en camiones.