Opinión | Peccata minuta
Director teatral

Joan Ollé
Joan OlléDirector teatral
Joan Ollé
Tintín en Alsacia
Encuentro genial que el muy pícaro Puigdemont volviese a defraudar a su clientela desplazada hasta Estraburgo -que siempre le comprende- argumentando que podría pillarle la muy 'borrellesca' gendarmería francesa

Puigdemont interviene a través de un vídeo y desde suelo alemán en el acto independentista de Estrasburgo, en Francia, el día de la constitución del Parlamento Europeo. / periodico
Me pareció estupendo que, recién proclamada su república en viernes, Puigdemont convocase a los 'consellers' el lunes a sus despachos mientras él ya estaba en Bruselas viendo jugar al Girona por la tele. Y aún mejor que faltase a su palabra de 'boy scout' de volver -'miles gloriosus'- a su tierra tras las elecciones del 17. Y hoy encuentro genial que el pasado martes el muy pícaro volviese a defraudar a su clientela desplazada hasta Estraburgo -que siempre le comprende- argumentando que podría pillarle la muy 'borrellesca' gendarmería francesa y eso sería muy malo para la causa. La suma de estos tres momentos definen la condición del personaje: su total desfachatez mentiroso-ensoñativa.
El alsaciano 'día D hora H', Puigdemont excusó su incomparecencia esgrimiendo las leyes vigentes, extremo que no se le ocurrió calibrar a lo largo de sus dudas de Hamlet de 'pastorets' sobre si convocar elecciones -facultad de la que disponía- o acogerse a la condición de héroe por un día mientras iba empaquetando camisas, corbatas y gabanes de invierno para su huída a Itaca.
Tan pronto llegó al frío, le faltó tiempo para confesar que se imaginaba Europa mucho más grande, rica, 'lliure, desvetllada i feliç', al no celebrar ni dios sus trapacerías, excepto algún sobrino segundo de una cuñada carnal de alguien muy próximo a un parlamentario muy enrollado de Chipre, por ejemplo.
Hoy, Europa niega pan y sal a tres diputados elegidos legalísimamente en una pequeña aldea catalano-hispano-europea. Ojalá que las mil argucias de Boye -ratón hurgando entre los agujeros del gruyère-, así como las multitudinarias romerías posconvergentes a los santos lugares, puedan contribuir a corregir aquello que necesita ser corregido en España y en Europa; pero, aún así, me costaría felicitar a este colectivo religiosamente orgulloso de representar lo más mejor de la Catalunya auténtica, y, en consecuencia, a sentirse moralmente superiores a la mitad más uno de sus compatriotas, fea palabra. No practican la democracia que exigen; viven más allá de ella. Lo más grave es que sus psicodélicas certezas han ido elaborando un laberinto retórico, cantinflesco, en el que siempre se acaba por apelar, no dialécticamente, a la intrínseca maldad española y a su fatal uno de octubre.
Si un mal día el diablo se cruzase en su camino sembrando alguna sombra de duda razonable en sus almas amarillas, correrían a enchufar TV-3 para repostar combustible y... volverían a hacerlo.
- No nos planteamos volver a Barcelona': cinco rostros del nuevo éxodo hacia la segunda corona metropolitana
- Entrega del bote de 'Pasapalabra': Antena 3 modifica así el horario del esperado momento
- La UCO busca dinero de mordidas de la trama Cerdán en billetes escondidos en trasteros, azoteas o cuartos de contadores
- La Seguridad Social confirma 5 años de cotización a las mujeres que han dado a luz
- La cucaracha americana ya está en el 90% de las provincias de España: 'De mayor tamaño, más longeva y más adaptable
- Pablo Motos rompe su silencio tras la muerte de Marta Jiménez, colaboradora de 'El hormiguero': “Estamos desolados”
- Muere tiroteado un hombre en un portal de la calle del Consell de Cent en Barcelona
- Bruselas ve incompatible 'con los valores de la Unión' conceder una amnistía 'a cambio del apoyo a un Gobierno