EN CLAVE EUROPEA

Justicia social y corrupción, decisivos en la UE

eslovaquia  periodista asesinado jam kuciak

eslovaquia periodista asesinado jam kuciak / periodico

Eliseo Oliveras

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Los servicios públicos, la corrupción, el retroceso de las expectativas económicas y el descontento con los partidos y las instituciones son las principales preocupaciones de los ciudadanos europeos, según muestran los últimos comicios nacionales en la Unión Europea (UE) y el sondeo realizado por YouGov y el European Council on Foreign Relations (ECFR).

En las elecciones presidenciales en Eslovaquia del 30 de marzo, Zuzana Caputová, del joven partido Eslovaquia Progresista (PS), venció gracias a una firme campaña anticorrupción y su ruptura con la clase gobernante. Caputová se impuso con contundencia al candidato oficialista Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea, que estaba respaldado por el Gobierno nominalmente socialdemócrata de Peter Pellegrini, en coalición con los conservadores (Most-Hid) y la ultraderecha (SNS).

El asesinato en marzo del 2018 del periodista Jan Kuciak y su novia, cuando ultimaba un artículo sobre los vínculos del crimen organizado con empresarios del entorno gubernamental, forzó la dimisión del primer ministro, Robert Fico. La policía acusó el pasado mes al millonario Marian Kocner, vinculado a Fico y a la dirección del partido socialdemócrata (Smer). Desde el 2006, los oligarcas locales y los negocios turbios habían comprado a la clase política y se habían hecho con el control del Estado en Eslovaquia, señala István Kollai de la Universidad Corvinus de Budapest. Fico, que dirige el Gobierno y el partido desde la sombra, lleva meses intentando ser nombrado juez del Tribunal Constitucional para asegurarse 12 años de inmunidad, pero el veto del presidente saliente, Andrej Kiska, lo ha impedido.

Fuertes recortes

En Finlandia, las elecciones legislativas del 14 de abril dieron una estrecha victoria al partido socialdemócrata (17,7% de los votos) y un fuerte avance a los Verdes y la Alianza de Izquierda, que sumaron el 19,7% de los votos. La campaña electoral estuvo marcada por los fuertes recortes en educación, sanidad y protección social aplicados por el saliente Gobierno liberal-conservador y sus planes para una mayor privatización de la sanidad. El 17,6% de los votos logrados por el ultraderechista Partido de los Finlandeses es también un voto de castigo a la política de austeridad a la coalición gubernamental.

En los comicios legislativos de Estonia del 3 de marzo, el descontento por la política de austeridad y un programa de aumento del gasto social propulsaron al ultraderechista EKRE a tercera fuerza política con el 17,8% de votos. EKRE ha entrado esta semana en el nuevo Gobierno de coalición con los social-liberales del Partido de Centro, cuyo líder, Juri Ratas, continuará como primer ministro. Las políticas antisociales aplicadas en el pasado por el liberal Partido de la Reforma y su programa para anular la reforma fiscal progresiva adoptada por Ratas le impidieron formar una coalición, pese a su victoria electoral con el 28,9% de los votos.

La principal fuente del malestar de los ciudadanos es que consideran que se ha roto el contrato social europeo, subrayan Ivan KrastevMark Leonar y Susi Dennison tras expurgar los resultados del sondeo de ECFR/YouGov. El sondeo refleja el retroceso de las expectativas económicas, la insatisfacción con el funcionamiento del sistema político por olvidar al ciudadano (en especial en los países del sur y el este de la UE), la poca credibilidad de los políticos y la preocupación por el elevado nivel de corrupción.

El sondeo también revela que la inmigración no es lo que más preocupa. El islamismo radical y los problemas económicos preocupan más en la mayoría de los países. Sólo una minoría de europeos considera que la economía funciona bien, excepto en Alemania y Dinamarca.

Identidad nacional

Las elecciones europeas de mayo, destacan KrastevLeonard y Dennison, no serán un pulso a favor y en contra de la UE, porque ser europeo es para la mayoría de los ciudadanos tan importante como su identidad nacional y considera ambas como complementarias. En varios países, como España, Polonia, Hungría y Rumanía, los ciudadanos valoran la pertenencia a la UE como una protección frente a los abusos y carencias de los gobiernos nacionales. Por eso, la ultraderecha ha abandonado sus antiguas propuestas de salir de la UE.

El descontento político, por el contrario, es muy marcado: el 38% de los europeos cree que no funcina el sistema político nacional, ni el europeo (en especial en Francia, Italia y Grecia), y otro 24% estima que el sistema nacional no funciona, aunque el europeo sí (en especial en España, Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia). Otro dato revelador del descontento con los partidos tradicionales es que el 70% de los que tienen previsto ir a votar aún no ha decidido por quién.