La clave

Los otros andaluces

El presidente de la Junta de Andalucía trata de prender otra mecha en Catalunya

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno / periodico

Albert Sáez

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La incapacidad de dar salida a un conflicto de naturaleza política, vinculado con el reparto y la administración del poder, ha dejado a Catalunya en un charco en el que se entremezclan el legitimismo de Puigdemont y los suyos, la judicialización que vivimos en el Tribunal Supremo y muchas dosis de demagogia, esta casi siempre a manos de los hipeventilados de uno y otro lado. Y de esta última dimensión han nacido las desafortunadas palabras del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, y de Carlos Carrizosa sobre la presunta "marginación" de los andaluces en Catalunya. Era la última mecha que quedaba por intentar prender en el largo historial separador del Partido Popular y de sus franquicias a diestra y siniestra. Algún día habrá que recordar que todo empezó con una recogida de firmas contra el Estatut de Catalunya que subvertía la soberanía del Congreso de los Diputados.

Todo indica que apagado el incendio de tipejos como Toni Albà, esta mecha no prenderá. En primer lugar porque es un despropósito: la legalidad vigente en Catalunya tiene los mismos mimbres que la que rige en Andalucía; hablar de "andaluces en el exterior" es situarse en el marco mental independentista; y, finalmente, los presuntos interpelados no se sienten concernidos. A Moreno Bonilla le recomendaría dos lecturas para enterarse de lo que pasa. La primera es de Paco CandelEls altres catalans, y la segunda es de Vicenç VillatoroUn home que s'en va Un home que s'en va(desgracidamente no traducido al castellano), sobre la historia de su abuelo republicano que emigró a Catalunya. También podría escucharse Moreno Bonilla, las palabras de José Montilla durante su mandato al frente de la Generalitat, o los discursos más recientes de Xavier Domènech o Jordi Cuixart. Todo esto sería útil si en sus palabras hubiera un atisbo de buena fe, pero todo indica que su propósito es solo incendiar. Una grave irresponsabilidad más.  A ver si se enteran de una vez que esto que pasa en Catalunya no va de identidades sino de respetar los derechos y las libertades de quienes viven y trabajan en Catalunya, por eso le concierne de lleno a Montilla nacido en Iznájar y no le concierne a Moreno Bonilla, nacido en Barcelona.