El tablero catalán

Presupuestos en campaña

El proyecto de las cuentas públicas del Estado, los Presupuestos, son un eufemismo; el tabú es el referéndum de autodeterminación de Catalunya

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Sílvia Cóppulo

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"Todo el mundo sabe que los Presupuestos no se aprobarán. Pedro Sánchez, el primero", me suelta un alto cargo del Gobierno catalán. Por eso los aprovecha para hacerse su precampaña electoral. A Catalunya le promete cumplir con la disposición adicional tercera del Estatut, que señala que el montante económico del Estado en Catalunya en infraestructuras debe equipararse al aporte del PIB de Catalunya a las arcas españolas. Que no lo hayan hecho otros gobiernos no penaliza. La sentencia del Constitucional lo deja claro: la disposición debe interpretarse como una guía que no vincula, ya que las Cortes Generales deben obrar sin "privilegio económico" (sic) para Catalunya. O sea, el Gobierno español actual puede hacer lo que se le antoje. ¿Pura propaganda como aquella lluvia de millones de Mariano RajoyMariano Rajoy?

Los Presupuestos Generales son un eufemismo. El tabú es el referéndum de autodeterminación de Catalunya. Y en el más inmediato presente, el conflicto se concreta en los líderes políticos que continúan en prisión a las puertas del juicio, mientras la Policía Nacional -que depende del Ministerio del Interior- practica detenciones sin orden judicial alguna.

Esgrime el presidente del Gobierno español en el Parlamento Europeo, en un intento de mejorar su prestigio internacional, que el independentismo no cuenta con la mayoría social. Lo que cuenta con una gran mayoría social es que se deje en libertad a los líderes independentistas presos y el derecho a votar la fórmula política de Catalunya, o sea el referéndum de autodeterminación. Es inaceptable su propuesta de volver al Estatut del 2006, que refrendó el pueblo de Catalunya, el del "apoyaré" de José Luis Rodríguez Zapatero, el del 'cepillo' de Alfonso Guerra, la excusa para que el PP anduviera por toda España pidiendo firmas "contra Catalunya" antes de llevarlo al Constitucional para que lo mutilara, porque no sirve para que el Gobierno español esté obligado a nada. Llevan razón los presos. No son una partida presupuestaria. Pero es que cuando hablamos de los Presupuestos, no hablamos de presupuestos.