Un día para celebrar

Una Navidad sin que se note

Nos incomodan nuestras mentiras, nuestro egoísmo, la obligación de mostrarnos felices, pero pongámonos cómodos, solo es un día, es el resto del año lo que importa

El pesebre de Navidad de la plaza de Sant Jaume

El pesebre de Navidad de la plaza de Sant Jaume / JOSEP GARCIA

Núria Iceta

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Me vino la idea a la cabeza a propósito de la enésima polémica sobre el pesebre de la plaza de Sant Jaumepesebre de la plaza de Sant Jaume. Más allá de criterios estéticos, de gustos, del eterno debate sobre tradición y modernidad, de una laicidad mal entendida... pensé que en realidad era de pura lógica, porque es justamente lo que nos pasa a todos, que pretendemos celebrar una Navidad sin que se note. El pesebre-pesebre recluido en el Museu Marès (un espacio magnífico, por otra parte), y el pesebre-no pesebre en nuestra plaza mayor, a la vista de todos. La Navidad nos incomoda y hacemos lo imposible por ocultarlo.

Navidad es justamente despojarse de todo e ir a la sencillez de un establo, del nacimiento de una promesa de futuro. Es la simplicidad de una familia que rompe los esquemas, que es extraña como lo puede ser la nuestra. Y nosotros, ¿qué hacemos? Arrastramos el peso de tantas capas con las que intentamos ocultar nuestra desnudez. El exceso de luces no es para ver mejor, sino para deslumbrarnos y difuminar los matices. Y todavía hay quien se queja de que la ciudad está poco iluminada. Las musiquillas repetitivas y altisonantes pretenden tapar el silencio que necesitaríamos para reconectar con nosotros.

Reflexiones incómodas

Nos incomodan nuestras mentiras, nuestro egoísmo, nuestra soledad, la obligación de mostrarnos felices ante los demás. Me incomoda el consumismo, la glotonería y también el no poder hacer lo que me dé la gana. Nos incomoda la paja en el ojo ajeno y convivimos como podemos con la viga propia. Me incomoda que haya gente encerrada en la cárcel, me incomodan monólogos y proclamas. Nos incomoda la tristeza del vecino, la pobreza de los sintecho. Me incomoda envidiar la felicidad y los éxitos de los demás. Nos incomoda no tener, no ser. Me incomoda equivocarme, me incomoda quedarme atrapada en las palabras. Me incomoda la añoranza.

No le pidamos a la Navidad lo que nosotros no estamos en disposición de ofrecer. Pongámonos cómodos. Dejemos que se note. Desnudémonos. Solo somos nosotros. Solo es un día. Es el resto del año lo que importa.