TRADICIONES

Barcelona mezcla nacimiento y comida de Navidad en su pesebre de la plaza Sant Jaume

Una trona con un babero con el nombre de Jesús preside la mesa familiar instalada por el Ayuntamiento de Barcelona esta Navidad

El pesebre de Navidad de la plaza de Sant Jaume

El pesebre de Navidad de la plaza de Sant Jaume / JOSEP GARCIA

Ernest Alós

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Nada de 'Señor Invierno', el personaje creado por el Ayuntamiento de Barcelona para dar la bienvenida a las fiestas de Navidad. En el pesebre de la plaza de Sant Jaume el nombre del niño Jesús preside el montaje diseñado por el escenógrafo Sebastià Brosa que podrá visitarse a partir de hoy. Eso sí, no es un nacimiento exactamente. Aunque sí tenga los personajes del pesebre. Este año, en medio de la plaza se ha plantado la mesa de una comida navideña en familia. Con la Sagrada Família presidiéndola (una trona con un babero con el nombre de Jesús, una silla con el manto azul de la Virgen y otra con el martillo de San José, las tres presididas con halos) y el resto de los personajes aludidos en sillas con sus respectivos atributos: los tres reyes, el caganer, una vaca y un burro (géneros invertidos respecto a la tradición), una pastorcilla, un abuelo, un ángel con sus alas.

"Es un homenaje al recuerdo familiar que tengo, las comidas de familia en casa de la abuela o la tieta, por eso el suelo es un mosaico hidráulico. Todas las sillas son distintas, es lo que pasa en estas comidas, que faltan sillas", explica ante el montaje su autor. Es una comida de Navidad (o fin de año, o Nochebuena, o Reyes) y están los personajes del pesebre. "Es una fusión de conceptos", resume Brosa.

La silla del caganer tiene su barretina, una pipa (¿?) y un agujero en el asiento para que se alivie. El abuelo es una silla con tirantes, corbata "y unas raíces en las patas de las sillas" que representan, para Brosa, eso, las raíces familiares. 

Sobre la mesa, 12 nidos que representan el hogar familiar y dentro, cajitas con 12 deseos, 12 versos del poema 'Un desig' de Montse Ginesta.:

"Veig un estel solitari entre núvols / que tromolós assenyala un destí / Veig un estel que amb un polsim daurat / encén els cims amb lluïssors perdudes. I si tot d'una li seguíssim la petja / i, enlluernats, descobrim un món? / Un món desconegut, més savi i més humà! / Potser aleshores la foscor fugiria / i, amb ulls cegats, podríem tornar a confiar / en la bondat, en l'arts, en la Bellesa. / Ens donaríem les mans i seguint el senyal / entre matolls glaçats, fariem camí plegats".

No es de los pesebres más polémicos instalados en los últimos años en la plaza. Pero entrando al pleno, los concejales del PDECat ya lo miraban con escepticismo. Para Montse Fandos, es un pesebre para adultos, no para llevar a los niños de casa a visitarlo. Su compañero de grupo Jaume Ciurana tampoco veía claro que fuese un pesebre-pesebre "mainstream", pero le concedía un mérito, un aire "surrealista a lo Magritte". Más crítico es Alberto Fernández Díaz (PP), al definirlo como "laico" y un "bodrio" que no representa la Navidad. "A Colau solo le falta eliminar a los Reyes Magos de la Cabalgata", opina.

Opción clásica

Pero para el Ayuntamiento, existe ya otra opción más conservadora, que también se inauguró ayer en el jardín del Museu Marès. Ha sido creado por más de 20 miembros de la Associació de Pessebristes de Barcelona y se ambienta en el Pedraforca, creado a partir de materiales naturales como corcho, musgo y figuras de madera. Las piezas que lo componen se han realizado a mano en un taller italiano, sin que falten las tres escenas tradicionales: el nacimiento del niño Jesús, la anunciación de los pastores y la cabalgata de los Reyes.