A pie de calle

¿Más médicos?, ¿o más productivos y mejor pagados?

Parte del problema podría resolverse repensando el modelo organizativo y facilitando que profesionales con más soporte y mejor pagados dispongan de más tiempo para realizar tareas de alto valor añadido

Los médicos en huelga cortan la Travessera de Gràcia durante su protesta

Los médicos en huelga cortan la Travessera de Gràcia durante su protesta / ALBERT BERTRAN

Manel del Castillo

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“Faltan médicos”, “las cargas de trabajo son excesivas”. Son afirmaciones repetidas desde hace años en el sector sanitario. Actualmente, este es uno de los elementos que motivan las protestas de los médicos de atención primaria de Catalunya y Andalucía, que exigen, además de mejoras salariales, la recuperación de las plantillas de antes de la crisis y la disminución del número diario de visitas. 

Pero, ¿realmente faltan médicos? La realidad nos muestra frecuentemente consultas sobresaturadas, pero las cifras nos dicen que Catalunya, con una tasa de 4,83 médicos por 1.000 habitantes, está por encima de la media española (3,8) y la de los países de la OCDE (3,4). Nunca habíamos estado mejor en cuanto a número de profesionales y nunca había habido más quejas respecto de las cargas de trabajo.

¿Dónde está el desajuste?

¿Dónde está el desajuste? Probablemente se debe a dos tipos de razones. La primera está relacionada con un incremento real de las cargas de trabajo como consecuencia de una población cada vez más envejecida y con más enfermedades crónicas, que necesita más tiempo de atención. En segundo lugar, está el modelo organizativo, en el que el médico de primaria se ha convertido en la puerta de entrada del sistema, donde van a parar todo tipo de demandas sanitarias y administrativas, sin filtros ni apoyo, convirtiendo el acto asistencial en un proceso muy burocratizado.

Hemos de reinventar la forma de organizar las consultas médicas. La clave estará en conseguir que su trabajo vuelva a centrarse en la actividad clínica, en hacer aquello que realmente aporte un alto valor añadido. Un estudio publicado recientemente en 'Health Affairs' sugiere que hasta una cuarta parte del trabajo de los médicos de atención primaria se podría ahorrar a través de nuevas formas de organización y nuevos perfiles profesionales. Podemos identificar tres tipos de medidas de mejora organizativa.

Medidas de mejora organizativa

En primer lugar, el soporte. Debemos incorporar nuevos perfiles profesionales, como los asistentes médicos, que permitan descongestionar a los médicos de tareas administrativas. En experiencias implementadas en esta línea, como la de Colorado (EEUU), los asistentes realizan las tareas más burocráticas del acto asistencial, como rellenar formularios o codificar diagnósticos. Además, cuando el clínico termina su trabajo, el asistente continúa trabajando con el paciente para repasar los consejos recibidos o los medicamentos a tomarse. Los resultados muestran aumentos de productividad de médicos y enfermeras, y disminución drástica del 'burnout'.

En segundo lugar, compartir funciones. Se ha de continuar extendiendo los nuevos roles de enfermera de práctica avanzada, orientados al control de pacientes crónicos, actividades de promoción de la salud y empoderamiento de las familias.

En tercer lugar, las tecnologías. Queda mucho margen para aprovechar el potencial de la salud digital: teleconsulta o chatbots que permitan resolver problemas de salud banales sin necesidad de acudir físicamente a la consulta del médico, aumentando el empoderamiento de la ciudadanía y la satisfacción y eficiencia de la atención.

Por otra parte, es necesario revisar el modelo retributivo de los médicos de atención primaria, incorporando el número de pacientes de cada cupo como parte del salario. Se trata de imitar lo que ocurre en el entorno europeo, recuperando modelos retributivos que incentiven el interés por captar y retener a los pacientes. Un modelo que ayude a recuperar el profesionalismo, preservando la capacidad de autoorganización y control sobre su propio trabajo.

¿Faltan médicos? Es posible que sea así en algunas zonas rurales y en ciertas especialidades, pero a mi juicio, parte del problema podría resolverse repensando el modelo organizativo y facilitando que profesionales con más soporte y mejor pagados, dispongan de más tiempo para poder realizar tareas de alto valor añadido.