Meteorología extrema

Los enigmas del calor

Once muertos en Catalunya por la ola de altas temperaturas quizá merecen que alguien explique el porqué

ola de calor

ola de calor / ELISENDA PONS

Bernat Gasulla

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La meteorología no solo salva muchos silencios incómodos. Despierta el interés ciudadano, incendia las redes y dispara audiencias. Pero cuando el tiempo deja de ser un espectáculo de masas y un entretenimiento con el que saludar al vecino en el ascensor y pasa a ser algo que remueve conciencias, parece que interesa bastante menos.

Este agosto ha pasado a la historia, al menos en Catalunya, por el tremendo récord de muertes causado por las elevadas temperaturas, nunca vistas desde hace unos 15 años. El saldo es tremendo: 11 fallecidos.

¿Qué ha pasado? ¿Basta la explicación oficial, que se basa en destacar el carácter "excepcional" del fenómeno?

A nadie se le escapa que esta ola de calor ha sido extraordinaria, no solo en las temperaturas máximas, sino sobre todo en las mínimas. Pasar la noche con el termómetro rondando los 30 grados es, además de un obstáculo para conciliar el sueño, un peligro para personas que arrastran problemas de salud.

Pero debe de haber algo más. Enfermos crónicos, personas que toman medicación especial, ancianos, gente sin techo e, incluso, deportistas que se han jugado el pellejo bajo el sol han corrido serio peligro. Y algunos de ellos no han resistido. Algunas voces del colectivo médico han apuntado que no se debía ignorar el factor social en el desastroso resultado de la ola de calor. La larga crisis está erosionando la salud de las capas de población más castigadas. Muchas personas han afrontado este verano en un estado mucho más deteriorado. Y aún cabría preguntarse si, como ocurre en invierno, también hay víctimas de la pobreza energética en verano.

Aun así, hay algo que no cuadra ¿Por qué ha habido tantos muertos en Catalunya en comparación con otras zonas de España? ¿Acaso no hay indigentes, enfermos crónicos o 'runners' a punto de que les estalle una arteria en otras comunidades? ¿No ha fallado nada del sistema sanitario o de asistencia social? ¿No se ha reaccionado con demasiada tibieza ante tan alta mortalidad?

Once muertos quizá merecen que alguien lo explique.