tú y yo somos tres

Masaje a Belén, caña a Rufián

FERRAN MONEGAL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Comenzó diciéndole: «Tú eres famosa por un polvo». ¡Ah!Prometedor principioPero enseguida le echó un hermoso salvavidas para evitar el naufragio: «Niñas que se hayan tirado a un torero hay muchísimas. Pero que lleven 20 años en televisión ¡solo tú! Ese es el gran argumento para mí». Hombreee, ¡que bien has quedado Risto! Pero se te olvidó descontar, de estas miles de jovencitas que un día se 'tiraron' a un torero, las que nunca quisieron meterse en la tele para hacer de su polvo un modo de vida.

Este 'Chester in love' con <b>Belén Esteban</b> ha sido tramposillo. Y como que son programas grabados de hace días, se editan, se podan, y quedan divinos. No se trataba de asesinar a Belén, estamos de acuerdo. Tampoco se lo merece. Pero dentro del jacuzzi, cabían burbujas con mayor peso específico. Por ejemplo, cuando le preguntó: «¿La tele se ha aprovechado de tí?». Y ella contestó: «A veces sí». Y cortaron enseguida.

Lástima. Ese era un tema que permitía recorrido. Haciendo la salvedad de que no es la tele, en genérico, sino Tele 5, la que se ha aprovechado de tan fenomenal criatura, hubiera sido instructivo conocer los tormentos que corroen por dentro a la estrella del Sálvame Deluxe. Y más aún después de confesar: «Estoy deseando dejar la tele. No ahora, porque debo un dinero a Hacienda. Pero en el momento que pueda, lo dejo». O sea, que ahí hay un mundo interior y convulso que merecía atención. Claro que eso es lo que, precisamente, a Tele 5 no le interesa que se diga.

EL OTRO INVITADO

Con el invitado que vino después, Gabriel Rufián, el papel de Risto fue distinto. Le pilló con lo de la chaqueta comprada en Zara, y lo capitalizó prácticamente como tema único. Más que preguntar, Risto le propinaba sermones. Le decía, erigiéndose en gran defensor de Mr. Zara Amancio Ortega«¡Tienes que saber que una multinacional no es una mercería! (...) ¡El consumidor es mucho más poderoso que el votante! (...) ¡Si no estás de acuerdo con una marca, no la lleves! (...) ¡Tus actos y tus palabras no son lo mismo! ¡Eso es pecado mortal en política!».

Rufián se fue haciendo chiquitito, y temimos que tuvieran que aplicarle una bombona de oxígeno. Hombre, la caña al político es muy sana. Y Rufián ya es mayorcito: debería saber como mantener la vertical, y el tipo, en una entrevista. Pero la virtud de todo entrevistador que pretenda ser terrible e incisivo, es saber repartir bien la mordida. Tener favorita le debilita.