Carta abierta de entidades hoteleras de Barcelona

Disconformidad con el PEUAT

Es momento de corregir entre todos los puntos negativos del plan municipal de alojamientos turísticos

ilustracion de leonard   beard

ilustracion de leonard beard / periodico

JORDI CLOS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace un año, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona decretó la suspensión de la concesión de licencias de alojamientos turísticos de cualquier tipo y en cualquier lugar de la ciudad. Esta medida excepcional de bloqueo se justificó por una voluntad de analizar el impacto de las actividades turísticas para elaborar la planificación urbanística necesaria para regularlas. Dicha intención se concretó, ocho meses más tarde, en el proyecto de Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT) que la comisión de gobierno municipal aprobó inicialmente con el objetivo de obtener la aprobación definitiva del pleno del ayuntamiento de este mes de julio.

No será así. Tras recibir cientos de alegaciones, y con el rechazo total o parcial del resto de partidos -incluyendo el del nuevo socio de gobierno, el PSC- Barcelona en Comú ha anunciado que debe dejar para el otoño el intento de aprobar el PEUAT. Como ha dicho Jaume Collboni, segundo teniente de alcalde y concejal responsable del área de Turisme, será necesario introducir en el proyecto las modificaciones que permitan buscar un nuevo consenso social y político.

EL MODELO TURÍSTICO DE LA CIUDAD

Nosotros, representantes de las empresas y profesionales que gestionan legalmente alojamientos turísticos en Barcelona, en sus principales modalidades, queremos hacer una aportación a este posible consenso y, en definitiva, al debate sobre el modelo turístico de la ciudad. Hacemos nuestros los objetivos que el PEUAT identifica: preservar la calidad del espacio público y la de Barcelona como destino turístico, garantizar los derechos de los vecinos evitar que la actividad turística pueda convertirse en fuente de conflictos y mantener la combinación de usos tan propia de nuestra ciudad.

No compartimos, sin embargo, el diagnóstico en el que se basa el PEUAT. Esencialmente, porque parte de una concepción del turismo como una actividad problemática que beneficia a unos pocos y perjudica a la mayoría. Diagnostica un exceso de turismo y establece una causalidad entre la actividad turística y algunos de los problemas de la ciudad (saturación del espacio público, carestía de la vivienda, falta de diversidad del comercio, conflictos vecinales).

ADMINISTRAR EL ÉXITO

Nuestro diagnóstico es diferente y una amplia mayoría de la ciudadanía comparte nuestro análisis. El turismo y su desarrollo es positivo para Barcelona, es un gran éxito de todos y se debe administrar bien, potenciar su sostenibilidad, descentralizarlo y extender sus efectos positivos en el territorio y en diferentes ámbitos de nuestra vida económica y cultural.

Compartimos con el ayuntamiento la idea de que la ciudad ha de propiciar un crecimiento más ordenado y sostenible, a pesar de que no compartimos del todo cómo se define esto y, cómo se adecua a las necesidades reales de la ciudad. No compartimos las soluciones que el plan municipal propone. El proyecto de Barcelona en Comú plantea para una parte de la ciudad una disminución del número de establecimientos de alojamiento turístico ('decrecimiento natural' es el concepto utilizado), para otra parte una congelación y para una tercera la posibilidad de crecimiento muy limitado.

Pero quizá lo más peligroso del PEUAT es la situación de precariedad jurídica generalizada a la que condena a una gran parte del parque de alojamientos turísticos. En virtud de las disposiciones transitorias del plan, la práctica totalidad de alojamientos actuales -todos debidamente legalizados- pasarían a estar en situación de disconformidad. Por lo tanto, quedarían sujetos a un régimen urbanístico (artículo 119 del Reglamento de la Ley de Urbanismo) que implica una limitación en actuaciones de reforma y mejora.

La consecuencia sería un deterioro en el ámbito de los alojamientos que repercutiría negativamente sobre su valor y capacidad de atraer el turismo de calidad que queremos. Es fundamental que se preserve la seguridad jurídica y se garantice en la ciudad el respeto a la legalidad en todas las derivadas que pueda tener este proyecto normativo: futuras, presentes y pasadas, evitando medidas retroactivas que pueden afectar gravemente al sector.

ALOJAMIENTOS ILEGALES

Finalmente, constatamos que el PEUAT ignora los alojamientos ilegales, la lucha contra los cuales ha sido una de las máximas reivindicaciones ciudadanas y empresariales. La realidad sobre la que quiere incidir el plan incluye una proporción tan elevada de 'ilegales' que distorsiona la fotografía y el diagnóstico. Y afecta negativamente a la hacienda municipal, al funcionamiento del mercado, la seguridad, la convivencia y la calidad de la acogida a los visitantes. La solución es combatir la ilegalidad con contundencia. Es decir, con recursos. Y con voluntad política.

Afortundamente, ahora se dan circunstancias que permiten corregir el tiro del PEUAT. Estamos todos obligados a buscar el consenso que evite daños de difícil reparación. Nosotros estamos dispuestos a contribuir.