A un toque

Y decidió el 'crack'

ÒSCAR GARCIA / ENTRENADOR

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'NEY' REMATA, BRAVO PARA

Al inicio de la segunda parte, cuando peor estaba el Barça, emergieron los 'cracks' para decidir el partido, que había entrado en una espiral peligrosa. El Rayo se había hecho con el control, hasta que en un par de minutos salió Neymar para decidir con dos goles. Como hace habitualmente Messi. Pintaban tan mal las cosas que sostuvo de pie al equipo, ayudado por las manos de Bravo. En eso, el Barça fue un equipo que tuvo portero y tuvo estrella. Cuando el Rayo atacó, Bravo paró. Cuando el Barça atacó, Neymar remató. Pero eso no oculta la excelente progresión y el despliegue físico de Sergi Roberto.

ESPACIOS PARA EL '11'

Estuvo Neymar en su escenario preferido, disfrutando de los espacios que tanto le gustan. Podía encarar cerca del área. Incluso dentro, como se vio al provocar cuatro penaltis en apenas 40 minutos, asumiendo además la responsabilidad en las zonas más decisivas. Tuvo, eso sí, las conducciones de Sergi Roberto unido a los pases interiores de Busquets, sus dos principales socios. De esa manera, el brasileño aprovechó esa conexión con los dos centrocampistas más finos permitiendo, sobre todo, en la primera mitad, superar la asfixiante presión del Rayo. Tenían así los tres delanteros espacios. Pero quien mejor los rentabilizó fue 'Ney'.

GUION ESPERADO

Salió el partido que se imaginaba, con dos equipos que se defienden con la posesión del balón. Y que, por lo tanto, sufren mucho si no lo tienen en sus pies. Fue, además, un Rayo más ofensivo y valiente que nunca, aprovechando sin duda las ausencias de Messi e Iniesta. Fue tan valiente Jémez que renunció a su tradicional medio centro defensivo buscando meter un jugador más ofensivo en la banda para hurgar en las debilidades defensivas del Barça.

Para sortear esa presión rayista, Luis Enrique decidió emplear dos caminos: las conducciones y los desplazamientos largos de Bravo buscando directamente a Suárez. Quería el técnico que el 'nueve' aguantara el balón o buscara una prolongación para Sandro. Quería Luis Enrique descubrir los espacios que había a su espalda, pero solo 'Ney' los entendió.