La encrucijada política

La crisis no es lo que parece

Necesitamos que los partidos nos expliquen el mundo y nos propongan caminos de organización

La crisis no es lo que parece_MEDIA_1

La crisis no es lo que parece_MEDIA_1

DÍDAC RAMÍREZ SARRIÓ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A veces, pensando en la difícil situación actual, es necesario dar un paso atrás y preguntarnos qué está pasando realmente, si sabemos explicarlo y entenderlo, si nuestros dirigentes políticos lo conocen y lo saben relatar, si tienen capacidad para decidir. Son cuestiones previas que afectan a la confianza en el sistema político. Desgraciadamente, si las respuestas son negativas o desconocidas -como creo- algo importante de nuestro sistema político está fallando.

Quiero recordar el símil que uso de la universidad como un tren que atraviesa los paisajes de los tiempos históricos y de las geografías actuales. Es en este sentido que las universidades, los estudios superiores, deben ser una prioridad social, política y económica. Redes como la LERU (Liga Europea de Universidades de Investigación) pueden ser una de las voces críticas cualificadas para cuestionar el funcionamiento europeo de toma de decisiones, que las aleja de las personas que se ven (muy negativamente) afectadas por sus consecuencias. La Universidad de Barcelona es la única representante española en este foro.

Si hablamos de la universidad como un tren, pensemos que el programa Erasmus, por ejemplo, facilita el establecimiento de estaciones que nos permiten intercambiar alumnos, experiencias y vidas profesionales. Este es el lenguaje de la educación superior: internacionalización, conocimiento, integración social, participación, compromiso con un mundo mejor. Por eso vivo las amenazas de recortes a las becas Erasmus desde Europa y desde el Gobierno español, o la reciente reducción de casi un 20% de los fondos y del número de becas y contratos predoctorales de Formación del Profesorado Universitario (FPU), como un grave riesgo para nuestro futuro y un trágico ejemplo de decisiones que se toman muy lejos.

Debemos ser conscientes de que la calidad democrática se tambalea en nuestro entorno. El debate sobre nuestra autonomía o los resultados electorales no pueden dejar de lado que muchas de las decisiones que nos afectan se toman muy lejos, algunas ni siquiera sabemos de dónde vienen, ni nadie las sabe explicar. Nuestra dependencia económica, el desequilibrio de nuestro endeudamiento, condiciona las decisiones en las políticas públicas y nos hace sufrir las cargas y los riesgos de medidas tecnocráticas. La propia crisis económica configura una coyuntura política que parece justificarlo todo.

Reclamo para nuestro país, para nuestras instituciones, para la universidad, gobiernos fuertes, capaces de transmitir valores, seguridad y firmeza. Es evidente que de ninguna manera son iguales las políticas de derechas o de izquierdas, que en EEUU no son intercambiables las posiciones de republicanos y demócratas, que no hay los mismos gobiernos en los distintos países europeos, que las promesas electorales deben ir ligadas a un compromiso. Pero la pregunta es: ¿cómo se toman las decisiones? ¿Qué significa queMerkeldeclare que el rescate bancario en España imputará deuda? ¿Pueden los gobiernos ignorar sus propias prioridades y debilitar instituciones tan potentes y tan necesarias como las universidades públicas?

Necesitamos unos partidos que, más allá de sus resultados electorales y de su peso en los parlamentos y los gobiernos, se propongan profundizar en la calidad democrática, se corresponsabilicen con prioridades claras avaladas por el voto ciudadano, procuren entender el mundo, explicarlo y proponernos caminos de organización y de compromiso. La función de nuestras fuerzas políticas no es solo la del liderazgo y la presencia internacionales. Reclamamos nuevas maneras de hacer política, caminos de transparencia y de participación, nuevas formas de complicidad que nos acerquen a la profesión de los políticos como el arte noble de administrar los recursos de todos para un mundo mejor.

Nos queda mucho camino por recorrer y la universidad tiene mucho que decir y que hacer. Mirada con esos ojos, la crisis no es lo que parece, pero, ¿qué es? ¿Quién nos lo tiene que explicar? Hay que romper la situación actual de pérdida de calidad democrática con actitudes decididas, con valores y con capacidad de acción. Aceptar críticas, enmiendas y rectificar decisiones a tiempo es un camino que fortalece la democracia y abre horizontes. Rector de la UB.