ARTE

'Barcelona Flashback': la ciudad, en 100 objetos

El Muhba estrena una innovadora exposición de un centenar de piezas que ofrece pinceladas de los hechos y movimientos que marcaron la historia de la ciudad

Exposición 'Barcelona Flashback'

Exposición 'Barcelona Flashback' / periodico

Sonia Gutiérrez

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Un panfleto clandestino de la fábrica Pegaso de 1971 comparte espacio en una misma vitrina con una inscripción romana de la vía sepulcral, en la que un tal Marco Porcio expresa su amor por su hermana Salviana. ¿Por qué juntar dos objetos tan distintos entre sí? Porque, en el fondo, no son tan distintos. El obrero que llamaba a la lucha 18 siglos después de que el compungido Porcio llorara a su hermana habitaron el mismo lugar, ese pedazo de tierra entre Collserola y el mar que llamamos Barcelona

El panfleto y la placa romana nos trasladan, cada uno, a una etapa concreta de la ciudad, como los recuerdos nos trasladan a momentos exactos de nuestras vidas. A partir de esa idea, el <strong>Museu d’Història de Barcelona</strong> (<strong>Muhba</strong>) ha seleccionado un centenar de objetos de su fondo para resumir 2.000 años de la urbe en un recorrido que puede completarse en apenas una hora. La muestra 'Barcelona Flashback', inaugurada este mes y que será permanente y gratuita, es una innovadora manera de exponer, dinámica, visual y apelando continuamente al visitante (los objetos te hablan en globos de cómic).

La exposición, forzosamente, no entra en profundidad en todos los temas que trata, pero consigue trasladar con apenas cuatro pinceladas el espíritu de la época. Una cartilla de racionamiento de la posguerra; el rótulo de la emblemática tienda Vinçon, icono del gusto por el diseño, que cerró en el 2015; un cartel de la Diada de 1977 con su clamor 'Llibertat, amnistia, Estatut d’Autonomia'; una figura del Cobi de Mariscal, entrañable mascota de los Juegos del 92; la manifestación contra la guerra de Irak en el 2003... 

Tras recorrer varias salas, puede parecer que la visita finaliza, pero no hay que bajar las escaleras hacia la calle sin antes girar a la izquierda: la muestra continúa por el paso de ronda de la muralla, que hasta ahora no se podía visitar, hasta llegar a otra sala ocupada por una inmensa máquina de 4,4 metros de altura y más de cinco toneladas de peso: el 'gran reloj de Barcelona' o reloj de los flamencos (por sus creadores), encargado por el Consell de Cent en 1575 y que estuvo en funcionamiento hasta 1864. Con esta importante referencia del paso del tiempo acaba, ahora sí, la visita.

Pero la historia continúa, porque si algo queda tras ver el centenar de objetos expuestos es que son las vidas de sus habitantes, tanto en las acciones más cotidianas como en los hechos más relevantes, las que escriben la historia de la ciudad. 

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