La historia de Pearl Jam a través de sus carteles

Tres décadas en una banda tan activa como Pearl Jam dan para muchos discos. En total, una decena de trabajos de estudio y una cantidad ingente de sencillos y álbumes en directo. Y subiendo. Completar su discografía requiere dotes de sabueso para encontrar unas ediciones en ocasiones muy limitadas, mucho espacio en las estanterías y, sobre todo, rascarse el bolsillo sin miedo. Lógicamente, en estos 28 años de carrera ininterrumpida, los de Seattle también han dado miles de conciertos por todo el mundo con sus respectivos pósteres, objetos de coleccionismo muy buscados y preciados por los seguidores más acérrimos del quinteto. Y es que más allá de informar de la fecha, la sala y la ciudad, los artistas responsables de estas obras de arte contemporáneo dan color y forma al mensaje lírico y musical de la banda.

Para los seguidores de Pearl Jam y para todos los amantes del diseño en general, la web<strong> Estúpida Fregona</strong> organiza en el Centre Cívic Sagrada Família una exposición de carteles de conciertos que recogen las visitas de la banda estadounidense a la capital catalana –la primera, en 1996–, pero también a Madrid, San Sebastián, Vitoria y Bilbao. «El nombre de Estúpida Fregona viene por el título de una canción de Pearl Jam, 'Hey Foxymophandlemama, That’s me', que todos conocemos como 'Stupid mop'. Con la web llevamos desde 1999», explica Víctor Sainz, portavoz de un proyecto hecho por y para fans del grupo liderado por Eddie Vedder y su prodigiosa voz.

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La exposición coincide con la inminente llegada de los creadores de 'No code' y 'Vitalogy', que el martes, día 10, volverán a llenar el Palau Sant Jordi 18 años después. «La última vez que estuvieron por aquí cerca fue en Badalona en el 2006», precisa Sainz, quien descubrió a la banda como tantos otros adolescentes a principios de los 90, cuando un subgénero del rock bautizado como grunge –que podemos traducir como mugre– asaltó contra todo pronóstico las radios comerciales. «Tuve la suerte de descubrirlos con su primer disco, 'Ten', gracias a uno de mis mejores amigos, que fue de intercambio a EEUU y volvió con varios discos en la maleta aquel verano del 91», recuerda el portavoz de Estúpida Fregona.

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No se descarta que algunos miembros de la venerada banda asomen la cabeza por la muestra, más si cabe cuando está tan cerca  del templo de la Sagrada Família. «Les encanta Barcelona, especialmente a Eddie Vedder. Él ha declarado en varias ocasiones su amor por la obra de Gaudí e incluso vino aquí cuando murieron nueve personas durante su concierto en el festival de Roskilde de Dinamarca –por una avalancha humana–, porque necesitaba desconectar y aprovechó para tomar clases de guitarra clásica», asegura Sainz, quien ya ha visto en acción al grupo unas 35 veces y no parece tener intención de plantarse. Ya se sabe: los fans de verdad nunca tienen suficiente. 

Para saber la historia y las anécdotas que esconde cada una de las piezas expuestas en el centro cívico, el día después del concierto se ofrece una visita guiada a las siete de la tarde.

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