melopea musical

Curtis Audiophile Cafe, un bar en alta fidelidad

Curtis Audiophile Cafe es bar de cócteles, tienda de discos, cafetería y un pequeño club selecto para actuaciones en vivo y sesiones de 'dj'. Ábrete de orejas, porque esta cueva para melómanos trasciende fronteras de sensibilidad

Curtis Audiophile Cafe

Curtis Audiophile Cafe / periodico

Albert Fernández

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El 'dj' se arquea sobre la aguja, aplicándose en arrancarle a los platos la síncopa perfecta donde ese bajo trotón bote al paso adecuado para encontrarse en el momento preciso con las voces de la segunda pista. Los pies proyectan sombras nerviosas sobre el parquet, en una danza hedonista que hipnotiza a la enésima, y el chasquido de los hielos dentro del vaso acude justo en el momento del crescendo, como si todo en este sitio se añadiera en coro a una sinfonía perfecta de sonido y movimiento.

Que dónde estoy, dices; que si quiero que vengas, y por qué este mensaje tan largo por el móvil. Ya, es que esta música sube que no veas. Pues mira, te lo voy a contar, intentaré no escribirte otro pergamino. 

Entre tienda y coctelería

Te pasas el día dándole 'scroll' arriba, 'scroll' abajo al teléfono, y todavía no te has enterado de que en la calle de Mallorca ha abierto un sitio súper guapo, a medio camino entre la tienda de discos y una coctelería. Como te gusta la música y te encanta lo nuevo, te doy detalles. <strong>Curtis</strong> es el primer bar 'audiophile' que abre en Barcelona, una especie de garito para melómanos ideal para agarrarse una melopea musical y congregar a los más finos infectados por el ritmo.

Por supuesto, un sarao de este calibre solo lo podía haber montado alguien como Guille de Juan, curtido 'dj' de la escena local, quien ha tomado ejemplo de los 'listening bars' de Tokio, Londres o San Francisco, para dar respuesta barcelonesa a ese fenómeno de locales perfectamente insonorizados, con sonido audiófilo, un equipo de lujo y agenda nutrida. Un espacio especialmente pensado para los amantes de la música y el buen sonido, al que le encajaría el eslogan "Hifi con wifi", por aquello de los pesaditos que no quieren gastar nunca los datos. 

De día, en <strong>Curtis Audiophile Cafe</strong> puedes pedirte un zumo y comer algo mientras pasas horas removiendo sus cubetas de vinilos, donde anidan verdaderas maravillas de soul y jazz, rollo Marvin Gaye, hasta perlas electrónicas del orden de Moderat. Si no te decides por cuál comprar, hay habilitados unos puntos de escucha privada, o simplemente le pides al personal que los hagan sonar en el equipo del bar. 

El demonio del 'groove' profundo

El demonio del 'groove' profundoTambién puedes disfrutar de la encantadora terraza interior que ha pintado con un estilazo que no te lo acabas la diseñadora del local, Lidia. De noche, la luz diáfana de <strong>Curtis</strong> se transforma. Al entrar por la puerta te recibe un cálido neón azul. Atraviesas las dos puertas de vidrio y te invade el demonio del 'groove' profundo. El cambio de iluminación afila cada esquina y detalle de su decoración minimalista, te envuelve una penumbra de ritual y de pronto todo cobra otra dimensión con un cóctel del nivel del Bitches Brew en las manos. Flotas con cada compás y te pierdes entre formas anecoicas que te devuelven el sonido con gentileza desde cada pared en un flipe cenital de 360º, donde el sonido se eleva por encima de todo gracias a los altavoces Omni Sky de Triple Onda.

Pese a que todo está pensado para que, por mucho y bien que suene la música, puedas conversar, la mayoría de gente prefiere susurrarse al oído antes que lanzarse al griterío y la carcajada. Una pareja sentada en una mesa aprovecha el acercamiento y la confidencia para devorarse poco a poco, en la maravillosa sala reservada del fondo se dibujan sonrisas de verdadero placer, y los que bailan absortos frente al 'dj' entrecierran los ojos perdidos en una gustera melómana infinita. 

'Nuevas tendencias'

'Nuevas tendencias'Las conversaciones se recuperan en el porche de la entrada, momentos de 'piti' frente a ese espléndido escaparate presidido por la estampa de Sade. Pues aquí estoy, entre estos privilegiados. No sé dónde estás tú, pero no te despistes. Atiende, la programación cambia en función del día de la semana: los jueves hay sesiones de Beats&Rhymes&Life y Wok sessions, centradas en nuevas tendencias de música afroamericana. Los viernes suena disco en las sesiones Playtime y los sábados manda la apuesta del artista invitado del día, en un selección muy 'top' llamada Selectah. Ahí lo llevas, lo vas a gozar. Buah, al final sí que me he enrollado. Perdona por el 'perga'. Y sí, quiero que vengas.  

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