La fórmula química de The Chemical Brothers

The Chemical Brothers no son hermanos. Ni químicos. Pero Tom Rowlands y Ed Simons son los máximos responsables del éxito masivo de la electrónica, de ahí que nos atrevamos a dar con su fórmula. El dúo ayudó a que muchos aficionados al rock dejaran de mirar con recelo a la música hecha con tecnología punta (y melodías épicas). Tras más de 20 años de carrera, con algún que otro altibajo, sus resortes pueden parecen previsibles. Qué más da. Es un grupo atómico. Y el próximo jueves actuará en el Poble Espanyol.

RITMOS ROTOS en rotundo 'crescendo', que invitan a bailar como si no hubiese mañana. Su artillería de 'breakbeats' furibundos es apabullante.

LUCES siempre sorprendentes. Es igual que sean de neón, estroboscópicas, láseres. O que las lancen dos robots gigantes, como cuando suena la pieza 'Under influence'.

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VÍDEOS, AUDIOVISUALES, QUE HIPNOTIZAN. Una experiencia en sí misma, más allá del repertorio. Atrapan y transportan a la audiencia. La intensa relación con el realizador y artista visual Adam Smith continúa cosechando extraordinarios resultados.

PSICODELIA INCESANTE. ¿Qué sería un disco o un concierto de The Chemical Brothers sin su dosis de psicodelia? Una decepción. Su química contiene moléculas techno, house, trip-hop, dance, rock... y la llamada neopsicodelia. Un acierto.