el museo imaginario

Bailando en la Escola de dansa Ramon Solé

La dueña de la editorial Minúscula, gran aficionada a la danza desde pequeña, se sacude el estrés del día a día en este centro fundado por el bailarín y coreógrafo Ramon Solé

La editora Valeria Bergalli, en la Escola de dansa Ramon Solé

La editora Valeria Bergalli, en la Escola de dansa Ramon Solé / periodico

Ferran Imedio

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Dirigir una editorial pequeña resulta absorbente. Lo sufre -y lo disfruta- Valeria Bergalli, que lleva más de 20 años al frente de Minúscula. Más de dos décadas seleccionando y mimando textos literarios de ficción y no ficción pero también encargándose de todo tipo de gestiones para que la empresa tire adelante generan un estrés que le provocó una "necesidad muy fuerte" de regresar a la danza que había practicado en su Argentina natal cuando era una niña. Después se trasladó a Italia y a Alemania antes de instalarse definitivamente en la ciudad catalana a finales de los años 80.

"Al llegar, me apunté a La Fàbrica, una escuela de danza muy interesante de Gràcia que ya no existe. Pero me lesioné la rodilla y dejé de ir". Bastantes años más tarde, a mediados de esta década, encontró cerca de casa la Escola de dansa Ramon Solé, fundada en 1974 por el bailarín y coreógrafo que le da nombre y que también creó el Ballet Contemporani de Barcelona y su propia compañía. "Pensé que sería difícil encontrar un sitio para alguien de mi edad que quería hacer ballet. Pero no. Ahí, además de ballet, hago danza contemporánea en un ambiente muy agradable, con compañeros con los que comparto historias parecidas", comenta la editora.

CANSANCIO Y EUFORIA

Bergalli destaca a sus dos profesoras, Laia y Noemí ("¡son muy buenas!") y la oferta de clases para adultos de diferentes niveles (clásico, contemporáneo, jazz, modern-jazz, claqué, repertorio coreográfico y 'on move'). Tan a gusto se encuentra ("acabo muerta de cansancio pero con una euforia impresionante") que queda con sus compañeros fuera de las clases. "La danza une mucho", suspira. Y concluye: "Estas escuelas son importantes porque son espacios donde pasan cosas bonitas".