Vilajuïga, el agua que marida con la alta gastronomía

Sus burbujas naturales y la delicada sensación carbonata que ofrece al degustarla la han convertido en una de las mejores aguas minerales naturales del mundo. El agua de Vilajuïga, que proviene del parque natural del Cap de Creus y que solía beber Salvador Dalí, se ha convertido en la pareja de baile favorita de reconocidos chefs catalanes.

Uno de ellos es el padre de la gastronomía moderna, Ferran Adrià, quien expresaba su admiración por ella y aseguraba que “el agua Vilajuïga es, sobre todo, un misterio que la hace mágica”. La relación de esta agua con el chef catalán empezó hace años. De hecho, el agua de Vilajuïga llegó a compartir mesa con los exquisitos platos de El Bulli. Uno de los restaurantes más reconocidos a nivel mundial, situado en la Cala Montjoi, en la Costa Brava, que cerró en el 2011.

Esta conexión ha llevado a una colaboración mayor entre Adrià y el Agua Vilajuïga y el pasado mes de abril iniciaron un nuevo proyecto: Bullipedia. Se trata de agrupar, generar y ordenar los contenidos necesarios que permitan crear una enciclopedia de la restauración gastronómica. En este contexto, tal y como afirma el chef de l’Hospitalet de Llobregat, “solo un agua doblemente natural como Viljuïga nos podría ayudar a fomentar el conocimiento sobre estos productos no elaborados, muy importantes en la gastronomía”.

Maridaje de alta cocina

Maridaje de alta cocina

Ferran Adrià no es el único chef al que le brillan los ojos cuando degusta el agua de Vilajuïga. Los hermanos Javier y Sergio Torres, conocidos por su cocina innovadora, también han mostrado su predilección por este producto natural. En noviembre del 2019, durante el Fórum Gastronómico de Barcelona, los chefs ofrecieron una ‘masterclass’ en la que presentaron tres recetas que se ofrecen en su restaurante Cocina Hermanos Torres y que se elaboran con el agua de Vilajuïga como ingrediente estrella.

La exhibición gastronómica consistió en un cóctel que recibe el nombre de ‘Dirty Vilajuïga’ y consiste en la mezcla del agua y su propio hielo, acompañada con olivas Argudell, un vodka infusionado con tomillo y romero y culminada con un toque de limón;  el entrante ‘Algas, mariscos y agua Vilajuïga’, que se compone de erizo, gamba, cigala, caracoles de mar, tallarines, berberechos, navajas y mejillones, todos ellos cocinados con el agua de Vilajuïga en ebullición; y, finalmente, un postre llamado ‘Entorno Vilajuïga’, un plato inspirado en el paisaje del Alt Empordà, el territorio de donde proviene esta joya natural, que se conforma con piña, el agua de Vilajuïga a punto de nieve y maridada con una laminada y un bizcocho de anís.

También el año pasado, el televisivo cocinero Jordi Cruz, propietario del exclusivo restaurante ABaC, que luce en Barcelona tres estrellas Michelin, llevó a cabo una cata en la que el agua de Vilajuïga fue la protagonista. Un espectáculo culinario para los cinco sentidos en el que Cruz describió a este agua como “singular y sugerente, con un punto metálico y efervescente que permite jugar con ella y cocinar con mucha magia” y aseguró que se trata de un “producto de valor añadido que suma y da coherencia al restaurante”.

El maestro pastelero del Celler de Can Roca, Jordi Roca, se une también a esta pasión por las burbujas de Vilajuïga. En septiembre del año pasado, durante la inauguración de la reforma de las instalaciones de Agua Vilajuïga, el menor de los tres hermanos elaboró un postre que consistía en una esfera de caramelo rellena de gotas de gelatina, lichis, flor blanca, sorbete, manzana verde y jalea de Agua de Vilajuïga y melón. “Un misterio con puntos de gas”, así describía Roca la naturaleza de esta bebida ligeramente gasificada que ha adquirido bicarbonatos gracias a la presión del subsuelo y a sus minerales como el magnesio, el sodio, el calcio y el litio.

Otros reconocidos chefs como Quim Caselles, Joan Calsina, Fina Puigdevall y Paco Perez también lo tienen claro y eligen los misterios de Vilajuïga.