El gerundense que triunfa en Las Vegas con el Cirque du Soleil

Desde mediados de marzo y hasta el 19 de mayo, en Hospitalet de Llobregat, la ‘Grand Chapiteau’ del Cirque du Soleil acoge multitudinarias representaciones de ‘Alegría’, uno de los espectáculos más icónicos de la compañía canadiense, que 26 años después de su estreno en Barcelona se ha renovado. A 9.200 kilómetros de distancia, en Las Vegas, entre casinos y luces de neón, el Cirque du Soleil tiene en marcha seis espectáculos. Y en uno de ellos, ‘Mystère’, triunfa el gimnasta y doble de películas de acción gerundense Jeroni Casassas, que con 28 años, ha encontrado la felicidad.

De viernes a martes (los miércoles y jueves no hay funciones), el auditorio del Treasure Island Hotel & Casino de Las Vegas, con un escenario construido expresamente para el espectáculo, llena sus más de 1.600 localidades para vivir una experiencia todavía única, 30 años después de su estreno. Fue, de hecho, este, el primer show residente de la compañía, estrenado en Las Vegas el 25 de diciembre de 1993. ‘Mystère’ es la historia del universo, desde el inicio de los tiempos hasta el final de los milenios, con la mirada del Cirque du Soleil, es decir, una música deliciosa, un vestuario cuidadosamente pensado y una escenografía vertiginosa que pone los pelos de punta.

A Casassas la vida le cambió las Navidades pasadas. Hacía tiempo que había entrado en contacto con la compañía quebequesa de circo y los últimos meses había tenido la oportunidad de trabajar en el cuartel general de Montreal la especialidad de báscula (dos personas en un tipo de mecedora rectangular, una en cada punta, que empiezan a hacer saltos uno tras otro). “El 24 de diciembre llegaba a casa y el 27 recibí un correo electrónico con una oferta de trabajo para venir a Las Vegas. Es el primer espectáculo residencial de la compañía y lleva más de 30 años haciéndose. El 29 de enero volé hacia aquí con un contrato temporal que, de momento, me han alargado hasta mediados de mayo, y después ya veremos. Al principio hice unos días de integración al show, te enseñan personajes, maquillajes, tus números, la música, cómo se hace el entrenamiento, y después ya puedes actuar”, explica este gerundense de 28 años.

En ‘Mystère’ hace ‘varios’ personajes y siempre, eso sí, actuando con la báscula. El espectáculo dura 90 minutos y Casassas, en el escenario, está entre ocho y diez, aunque a medida que se consolide en la compañía puede aspirar a ganar protagonismo. Actúan medio centenar de artistas. “El Cirque du Soleil tiene seis espectáculos en Las Vegas y ‘Mystère’ es el más importante’, detalla. Todavía ahora se le pone la piel de gallina cuando recuerda la primera vez, el debut, el estreno. “Impresiona trabajar en este marco, en esta compañía, todo es mágico, la música, las luces, los decorados, el vestuario, las plataformas que suben y bajan del suelo…”, asegura.

Cuando llegó a Estados Unidos le pagaron dos semanas de show, mientras hacía la integración, y una estancia de hotel. Superado este periodo, “me tuve que buscar la vida”, y ahora vive con otros compañeros del show. Su día a día es bastante rutinario: se levanta a las diez de la mañana “porque nos vamos a dormir tarde”, matiza, y después de comer, entre las tres y las cinco de la tarde, se entrena con el grupo o hace repaso de secuencias o prueba nuevos personajes. A partir de las seis ya se maquilla (“te lo haces tú mismo”) y se prepara para el espectáculo, que arranca a las siete de la tarde, hora americana. La preparación también incluye el calentamiento previo y el vestuario. “Cada uno tiene sus habilidades, pero también hacemos un poco de todo. Quizás un día tienes que cubrir la posición de otro compañero y, por lo tanto, tienes que estar al caso de todo. Por eso son tan importantes los entrenamientos previos», apunta el de Girona.

Todavía no se lo cree: "todo ha ido muy rápido, y lo que quiero es disfrutarlo". En su espectáculo no hay ningún catalán más. De momento estará hasta el mes que viene, con la posibilidad que le alarguen el contrato o que le ofrezcan otro espectáculo o apuntarse a un tour. La vida, en Nevada, también le pone a prueba. “Las Vegas es otro mundo. Me chocó mucho. Solo salir del aeropuerto lo primero que ves son máquinas tragaperras. Los hoteles todos son casinos, por la noche hay muchísima luz en la calle. Pero también la gente, lo que he vivido yo, es superagradable”.

Jeroni Casassas ha acabado triunfando en Las Vegas, con el Cirque du Soleil, gracias a su formación como gimnasta, en el Salt Gimnàstic Club, donde su hermana Xènia es la actual directora técnica. Llegó a ser uno de los nombres más prometedores del club, participando en campeonatos nacionales e internacionales, e instalado en el CAR de Sant Cugat por sus méritos. ¿Qué queda del Jeroni gimnasta? “la perseverancia, ser tozudo, luchar por lo que quería. Soy más trabajador que talentoso, siempre me he tenido que currar mucho las cosas, y esto me define”, subraya.

Con solo tres años ya empezó a practicar este deporte, y llegó a disputar un Campeonato de Europa júnior con la selección española y múltiples campeonatos de clubes. En el CAR tuvo de entrenadores a Víctor Cano y a Gervasio Deferr, “y no me creo que fuera posible, había hecho gimnasia, pero no pensaba que pudiera tener un nivel tanto alto como para ir con la selección». Lo acabó dejando en 2018, cuando todavía no sabía que la gimnasia lo acabaría acompañando muchos años más y le serviría para enfocar su camino profesional.

Retirado de la gimnasia, estudió el grado de Empresa y Tecnología y cursos de especialista de acción, que lo han hecho participar en series como ‘Mrs. Davis’, del creador de ‘Perdidos’, rodada en Figueres y Girona, ‘Bienvenidos a Edén’, y ‘El inocente’, protagonizada por Mario Casas, y en films como ‘Malnazidos’, comedia de terror que mezcla zombis y Guerra Civil, y ‘Un hombre de acción’. “Quería seguir aprovechando mis habilidades. Seguir entrenándome y cuidar mi cuerpo, y vi que ofrecían cursos de formación de doble en Inextremis, una empresa de Barberà del Vallés. Me puse a ello y pronto salió la posibilidad de rodar ‘Malnazidos’, donde hacía falta bastante gente».

Casassas estaba instalado en Barcelona, estudiando la carrera y haciendo de especialista hasta que la pandemia lo hizo volver a Girona, “donde podía teletrabajar en una empresa, y por las tardes hacía entrenamientos online para el Salt Gimnàstic Club”. Pero nuestro protagonista no esconde que es “una persona movida, inquieta, y no quería pasarme ocho horas delante del ordenador cada día”. Así fue cómo gracias a un amigo que estaba en Alemania haciendo circo con la compañía The Liazeed le abrió las puertas de esta nueva oportunidad. Hizo una temporada con ellos allí, casi todo un año, una vez pasado lo peor del covid. Dejó el trabajo y los entrenamientos “porque a pesar de que me encanta dar clases de gimnasia, siempre estaré a tiempo de volver, y lo que quería y quiero es aprovechar al máximo mi cuerpo”. En el circo alemán hizo barra fija.

Aquella etapa se acabó y le sirvió para querer seguir creciendo en esta disciplina. Por Instagram vio que el Cirque du Soleil convocaba un ‘workshop’ y audiciones en Aviñón en enero de 2023, centrado en tres especialidades: barra fija, “que yo quería seguir entrenando”, báscula y hoopdiving mortal por dentro de anillas, un tipo de saltos de trampolín. Al principio solo se interesó por la barra y preguntó si podía probar las otras, con un “sí” por respuesta. “Allí mismo me dijeron que para hacer barra mi nivel era muy bueno, pero que era demasiado alto de estatura, ellos tienen 4 barras en un cuadrado y la medida máxima es 1,72. Así que empecé a hacer báscula y barra de madera”. La cosa fue tan bien que de allí le ofrecieron la opción de seguir practicando en Montreal, en la sede de la compañía. “Fue increíble cuando me propusieron que fuera a formarme con ellos, que me pagarían para formarme y enseñármelo todo”, explica emocionado.

En marzo de 2023 marchaba hacia Canadá, donde permaneció hasta junio. Lo recuerda con aprecio: aprendió danza, maquillaje, percusión, a hacer de bufón, aparte de seguir practicando su nueva disciplina de báscula y convivir con los artistas. “Fue un proceso mágico, ¡no se puede decir de ninguna otra manera!”, exclama. Todo y la mejora, todavía no se sentía preparado para aparecer en un show. Pasó el verano entre Girona y Montreal, hasta que le ofrecieron una nueva formación, de septiembre a diciembre. “Quería decir que iba por buen camino”, recuerda ahora.

La evolución cada vez era más grande, saltando con la báscula, cada vez introducía más elementos y trucos. Dos meses muy “guays” que lo convencieron de que estaba preparado. Pidió para entrar en algún espectáculo y le dijeron que habría que esperar a alguna baja, lesión o espectáculo nuevo. Y de golpe, a finales de año, en Las Vegas, en ‘Mystère’, se le abría la oportunidad de su vida, saltando con la báscula, en la mejor compañía de circo del mundo.