Regreso triunfal

Los Tigres del Norte causan furor en el Fòrum de Barcelona con su fiesta mexicana

El grupo de Sinaloa recreó sus narcocorridos en un largo y arrollador concierto con incursiones en el mariachi y la ranchera, tras 16 años sin pisar un escenario barcelonés

La narcocultura se abre paso en América Latina

Los Tigres del Norte regresan pidiendo a las nuevas figuras del corrido que “representen la música mexicana dignamente”

Concierto del grupo musical mexicano Los Tigres del Norte en el Auditori del Fòrum de Barcelona, este domingo.

Concierto del grupo musical mexicano Los Tigres del Norte en el Auditori del Fòrum de Barcelona, este domingo. / Ferran Sendra

Jordi Bianciotto

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El paso del tiempo agranda las leyendas, pero para eso primero hay que serlo. Y a Los Tigres del Norte les precede su aureola de audaces cronistas de la vida en el filo, allá en la frontera, reputación agrandada por el actual empuje de la música regional mexicana. Sus corridos y rancheras conservan el encanto de las cosas curtidas y creíbles, y allá donde van propician una identificación integral, como ilustraron este domingo los trajes y sombreros rancheros que camparon en las butacas del Auditori del Fòrum.

Hacía 16 años de su última actuación en Barcelona (Apolo, 2008), y en su cita con el Guitar BCN (3.000 entradas agotadas semanas atrás) saciaron largos apetitos acumulados, a juzgar por el tremendo griterío con el que fueron recibidos y acompañados a lo largo de la generosa sesión. Arranque con 'La camioneta gris', uno de esos alegres temas armados en torno a una ecuación con ingredientes tales como frontera, mercancía, redada, tiroteo y caja de pino. El Auditori se vino abajo. Nunca canciones tan trágicas liberaron tan vivaces sentimientos. La imagen de otra Barcelona: ponchos mexicanos, banderas de Colombia y (muchas) de Honduras.

Un desgarro emocional

Así, entre ráfagas de metralleta (enlatadas), el simpático son del acordeón (a cargo del factótum, cantante y conductor, Jorge Hernández) y letras bañadas en amor y sangre, Los Tigres del Norte mantuvieron al público en pie y en danza todo el concierto con sus chaquetas vaqueras de flecos y su alternancia de voces. Narcocorridos que entrañan un desgarro emocional: ‘La jaula de oro’, sobre el ‘espalda mojada’ que diez años después sigue siendo ilegal y que ve como sus hijos se han olvidado del México lindo y querido. "Otro idioma han aprendido / y olvidado el español / Piensan como americanos / aunque tengan mi color". Un tema este en el que Jorge Hernández recabó visibles complicidades con sus palabras sobre los migrantes en su búsqueda "de una vida mejor".

Éxito tras éxito

Fue un hito tras otro: ‘La reina del sur’, tema de la serie televisiva, sobre la “tía Teresa Mendoza”, “traficante muy famosa”, que burló su destino y anda tal vez en Italia o en Miami. Y ‘En qué fallé’, portadora de un hondo dolor (“por mi hija que se descarriló”). Sin pasar por alto logros recientes, como ‘La carta’ que, aseguraron, acumula 127 millones de reproducciones en las redes. Canciones que Los Tigres presentaron con modos entusiastas y sin falsas modestias: “La siguiente maravilla que vamos a tocar…”

Quisieron dejar claro que no solo viven del hallazgo del narcocorrido y ampliaron el encuadre con los nueve mariachis y seis bailarinas que envolvieron piezas como ‘Son de la negra’ y varias citas al imperial Vicente Fernández, como ‘Los mandados’ o ‘El último beso’, terreno ranchero en el que sus voces más bien flojearon.

Más eficaz, y febril, fue la larga traca final, en la que no faltaron los números ‘narco’ más lapidarios (por decir algo), como ‘La puerta negra’, ‘Contrabando y traición’ y el trofeo ‘Jefe de jefes’: “Han querido arañar mi corona / los que intentan, se han ido muriendo”. Sí, Los Tigres del Norte nos van a enterrar a todos.