CRÓNICA

Los Tigres del Norte recrearon su incorrección política en un recital generoso y festivo

Los Tigres del Norte, poco antes de su actuación en Barcelona.

Los Tigres del Norte, poco antes de su actuación en Barcelona.

JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA

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Corridos, rancheras, alegres testimonios del narcotráfico, estrofas que nunca sonarán en las dependencias del Institut Català de la Dona y algunas ráfagas de balas cruzaron (estas últimas, metafóricamente) el miércoles el espacio aéreo de Apolo en una noche de orgullo mexicano fronterizo servida por Los Tigres del Norte. Trajes brillantes kitsch, acordeones, banderas y un ambiente de lo más familiar, con buena parte del público subiendo al escenario con fines amigables (besos, abrazos, fotos).

Es el insondable mundo del narcocorrido y sus cercanías, que el grupo expresó con recursos hiperrealistas (disparos y ráfagas de metralleta pregrabadas) y sin escatimar ardor lírico: esas letras que definen entrañables modelos de relación de pareja. En El tahúr, el protagonista, arruinado, se juega a su esposa. "Para mí, las deudas del juego / son siempre deudas de honor / te entrego lo que más quiero / pero te la entrego muerta / aunque me destroza el alma de sentimiento y de dolor".

Pero las balas son cosa de dos, y en Contrabando y traición es ella, Camelia, "hembra de corazón", la que liquida a Emilio. Y así, entre baños de sangre y pactos de honor, el recital avanzó sin perder de vista esa nueva antología humildemente titulada 25 Joyas.

Para quien las letras resultaran ofensivas, lo mejor era acercarse a un lateral del escenario; allí, el sonido era confuso y no se entendía nada. Pero el melodrama armamentista de Los Tigres del Norte merece ser degustado al completo. Además, el mundo poético del grupo va más lejos: cantaron a los sinsabores de la inmigración (Tres veces mojado) y, en El muro, aprovecharon no solo para criticar la polémica construcción estadounidense, sino que aludieron a "la telaraña de Ceuta y Melilla", Palestina y Corea del Norte. Les faltó Chipre.

EN FAMILIA

El guión viajó de José Pérez León a La puerta negra; de Pedro y Pablo al guiño a José Alfredo Jiménez de El rey. Todo ello, amenizado por un desfile de fans por el escenario que, armados con cámaras, dieron al concierto un perfil un poco bbc (bodas, bautizos y comuniones). Más de dos horas de show culminadas por otra perla metafórica, esta de signo aviar. "Los gallos y las mujeres son dos cosas igualitas / Los gallos me dan dinero, las mujeres me lo quitan" (El gallo de pelea).