Alba Zamora: "He puesto una tirita a la niña que quería ser escritora de fantasía"

Alessa vive en dos mundos completamente diferentes: en la vida real es una simple adolescente que estudia en la universidad en Madrid, y en sueños convive con el que podría ser el amor de su vida, Derek. Esa frontera entre realidad y sueño acaba por desvanecerse y la protagonista decidirá seguir su destino y conocer al hombre con el que lleva tiempo soñando con un cambio de universo. Viajará a su dimensión para encontrarse con él, pero éste no la recibirá de la manera que esperaba.

Alba Zamora (Madrid, 2001) se estrenó con la novela fantástica 'Crónicas de hiraia' (2023, Ed. Molino), que une un romance aparentemente idílico y -literalmente- de ensueño con una realidad algo más atrompicada. La autora nos ubica en un inicio en el mundo de los mortales tal y como lo conocemos, donde la protagonista tiene una única preocupación: pasar de curso. Pero un giro argumental entre sueños hace viajar al lector a una dimensión paralela donde todos los mitos son verdaderos.

En la novela, las hiraias (criatura fantástica) son muy poco comunes, y la última dejó un legado con una leyenda que la siguiente tendría que cumplir. Alessa desconoce que es una de ellas, y mucho menos la que tiene que completar la profecía, pero los interrogantes -tanto de la protagonista como de los lectores- se irán acumulando hasta que se descubra la verdad acerca de su cometido. Las 352 páginas de la novela saben a poco, pues el estilo de Zamora, con diálogo abundante y giros narrativos, van acompañados de incógnitas constantes que culminan en un final que anhela una segunda parte de inmediato. Y así lo hará, el próximo 6 de junio, con el título de 'Promesas cautivas'.

Dos procesos diferenciados

Amistad, magia y lealtad. Así define Alba Zamora la segunda entrega de 'Cronicas de Hiraia' en una entrevista con EL PERIÓDICO, donde asegura que el proceso ha sido muy diferenciado al de su primera publicación En su primera novela no se le hizo complicado el proceso de inspiración, pues era una historia que llevaba dentro y que "siempre había querido contar", ya que desde pequeña había soñado con contar historias de mundos fantásticos. En cambio, con 'Promesas cautivas' el proceso ha sido "mucho más árido", pues se ha focalizado sobre todo en desarrollar el 'world building' (construcción y descripción del mundo), una de las críticas negativas más repetidas de su primer libro. "Ha sido un proceso muy enriquecedor", asegura.

Aunque Zamora es partidaria de aceptar todas las críticas que se hagan desde el respeto, confiesa que al principio se llegó a obsesionar un poco a la hora de mirar las reseñas negativas que puntuaban su libro con una estrella. "Hay muchas que van a hacer daño y soy una persona muy aprensiva y lo paso realmente mal", confiesa. Aun así, reflexiona sobre un consejo que le dieron: "me dijeron que mirara las críticas negativas de mis libros favoritas y al hacerlo, la perspectiva sobre ellas me cambió por completo".

"Alguna vez me han llegado a decir que escriba literatura 'seria' como la de Brandon Sanderson o Patrick Rothfuss", explica la escritora. También se ha encontrado con algún comentario con tono sexista en las redes sociales: "Me han insinuado en Instagram más de una vez que si publicara fotos en bikini me subirían las ventas. Es lamentable". Sin embargo, en el sector editorial Zamora se siente muy cómoda, pues mayoritariamente está todo controlado por mujeres editoras, agentes de comunicación, etc.

Fenómeno fan

'Cronicas de hiraia' ha tenido una muy buena acogida, sobre todo en 'booktok' y redes sociales, donde la autora es bastante activa y tiene una comunidad de seguidores que asciende a los 210.400. Ella misma reconoce que no sigue ninguna estrategia para ganar seguidores, sino que simplemente mantiene un perfil muy natural. "Cuando me creé la cuenta en TikTok, me empezaron a subir los seguidores bastante rápido y no me di cuenta hasta que en una Feria del Libro que la gente me reconocía y hasta me pedía fotos (cuando aún no era autora); aluciné bastante e hice un 'click'".

Aun así, el síndrome del impostor la ha acechado más de una vez y, según explica a EL PERIÓDICO, ha tenido que acudir a su editor en varias ocasiones para pedirle que le recuerde que todo va bien, que todo funciona, para poder seguir adelante. "Es curioso cómo cuando estás cumpliendo un sueño es cuando ves realmente el miedo que tenías dentro escondido", reflexiona.

Es curioso cómo cuando estás cumpliendo un sueño es cuando ves realmente el miedo que tenías dentro escondido"

Alba Zamora

— Autora de 'Crónicas de hiraia'

Más sobre Alba Zamora y 'Promesas cautivas'

Además de haber publicado su primer libro, Alba Zamora está estudiando la carrera de Medicina y hace prácticas cada día de nueve de la mañana a nueve de la noche. Eso le ha llevado a tener que organizarse de una manera más estricta y tener que sacrificar alguna de sus dos pasiones: en época de exámenes ha escrito menos, mientras que cuando la fecha de entrega de la editorial se ha acercado ha tenido que sacrificar alguna asignatura. "Creo que si no fuera por mis amigos de la universidad, que me ayudan con apuntes y cambiándome turnos de prácticas, no lo llevaría tan bien", justifica.

Pero eso no le supone un impedimento a la hora de escribir, pues aprovecha cada momento para poder exprimir su inspiración, ya sea en la biblioteca de la universidad o en el trayecto de una hora de tren que tiene hasta su casa. "Mi último libro está acabado en la biblioteca de mi universidad", confiesa.

Mi último libro está acabado en la biblioteca de mi universidad"

Alba Zamora

— Autora de 'Crónicas de hiraia'

¿Qué nos espera en 'Promesas cautivas'? "Muchísima más fantasía y más 'spicy'", adelanta Zamora, "eso sí, creo que se va a sufrir mucho con el segundo", continúa, sin desvelar más detalles. La autora confiesta también que ha experimentado un desarrollo tanto a lo personal como en lo profesional: "Con el primer libro pude poner una tirita a la niña interior que quería escribir sobre fantasía. Ahora, con el segundo, he conseguido poner la tirita a la niña interior que quería ser escritora de fantasía", reflexiona.