Polémica en el Museu del Disseny de Barcelona

La polémica venía gestándose desde hace varios días alrededor del Museu del Disseny de Barcelona a raíz de los cambios anunciados por José Luis de Vicente, director del centro desde hace un año, que ha emprendido una transformación que en gran parte del sector se ha entendido que implicaba "desmantelar" la exposición permanente y mandar al almacén y fuera de la exhibición pública las piezas históricas de artes decorativas de la ciudad en pro de enfocar la nueva exposición en la contemporaneidad.

Esto ha generado una respuesta contraria en forma de manifiesto, que este lunes se ha presentado en la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi, una de las 15 entidades firmantes. Poco después, el concejal de Cultura i Indústries Creatives del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Marcé, ha comparecido ante la prensa para sofocar la controversia, que ha atribuido a cierta "confusión y error de comprensión", y asegurar que "no hay ningún interés ni pretensión de renunciar ni de eliminar las colecciones ni de guardarlas en un almacén. No es ni será así".  

"Lo que se está haciendo es revisar el relato" del Museu del Disseny, ubicado en el edificio del Dis­seny Hub Bar­ce­lona (DHub) de la plaza de las Glòries, "y establecer uno nuevo con un criterio menos historicista y más interactivo con la realidad actual del mundo del diseño", ha insistido Marcé. Según el concejal de Cultura, a De Vicente, que no ha estado presente en la reunión porque hoy se trataba de "explicar la posición de la concejalía", se le ha pedido "un replanteamiento de la exposición permamente que permita establecer un diálogo más abierto entre la historia de las artes decorativas de la ciudad y el diseño de hoy día". 

El resultado de esa petición debe materializarse en la exposición ‘Mat­ter Mat­ters’, prevista para el próximo diciembre y que se prevé que De Vicente explique en próximos días. Según lo anunciado, incidirá en la importancia de la materia de las piezas y, para ir preparándola, ya se ha cerrado la segunda planta del DHub que hasta ahora albergaba la permanente del Museu del Disseny. 

"No deben quedar escondidos" los importantes fondos del Museu de les Arts Decoratives, Museu de Ceràmica, Museu Tèxtil i d’Indumentària y el Gabinet de les Arts Gràfiques, que se integraron en el museo y que son producto en buena parte de coleccionistas y donantes desde el siglo XIX hasta hoy, reclaman los firmantes del manifiesto, entre los que figuran la Secció Històrico-Arqueològica de l’Institut d’Estudis Catalans, el Gremi d’Antiquaris de Catalunya, la Associació Catalana de Ceràmica, las fundaciones Institut Amatller d’Art Hispànic, Rafael Benet y Xavier Nogués, departamentos como el de Historia del Arte de la Universitat de Barcelona, de la de Lleida y de la Rovira i Virgili, el de Arte y musicología de la Autónoma (UAB), el profesorado de Historia del Arte de la de Girona, la Associació per a l’estudi del moble, el Centre d’Informació i Difusió de l’Art de l’Esmalt y la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona. Según ellos, todo apuntaba al desmantelamiento de la colección, pero Marcé ha afirmado que no se les ha pasado por la cabeza "no contar con las colecciones", en las que hay piezas que se remontan a la Edad Media. 

Cambio de nombre

También ha recalcado Marcé que el museo no ha cambiado de nombre para llamarse DHub, como se lamenta en el manifiesto y como se deducía tras haberse eliminado el de Museu del Disseny de redes sociales y comunicaciones oficiales. Y ha afirmado que el museo sigue perteneciendo a Patrimonio del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB), mientras que de la concejalía de Cultura i Indústries Creatives depende el DHub, que dirige Mireia Escobar y "seguirá siendo la casa de la industria creativa", un espacio que acoge también al FAD (Fomento de las Artes y del Diseño) y al Barcelona Centro de Diseño (BCD).     

"No somos polvo"

Marcé ha asegurado que, para "eliminar todo malentendido", esta misma semana tiene prevista una reunión con los firmantes del manifiesto, que han mostrado su preocupación porque "se esté actuando en contra del patrimonio, que es un bien común" y han cuestionado "declaraciones luego maquilladas" de De Vicente "que dejaron claro que la parte histórica del museo y su patrimonio respondía a criterios decimonónicos". Para ellos, "separar el pasado del futuro es un error" porque las colecciones "explican muchas cosas de la actualidad, nos hacen reconocer de dónde venimos y dónde estamos. No somos polvo. Hemos tenido que oír que debemos sacudirnos el polvo de encima", lamentan. "Las ideas de patrimonio y creación no son posiciones contrapuestas", opinan y, por tanto, apuntan a la necesidad de "conjugar la conservación y la exposición-difusión del patrimonio con las actividades creativas actuales (incluida la conservación de las producciones digitales)".