Regreso discográfico

Ginestà: “Nos hemos dado cuenta de la competitividad que hay en la música en catalán”

El dúo barcelonés publica ‘Vida meva’, un álbum en el que celebra el amor y la autoestima mezclando el pop electrónico con otros sonidos, y que presentará el 12 de abril en Paral·lel 62, dentro del Cruïlla de Primavera

Júlia y Pau Serrasolsas son Ginestà.

Júlia y Pau Serrasolsas son Ginestà. / Maite Cruz

Jordi Bianciotto

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Tienen cierta fama de jóvenes melancólicos que hacen bonitas canciones tristes, pero en su cuarto álbum, ‘Vida meva’, se han decidido a “subir los ‘bpm’ sin perder la esencia”, fruto de su socialización en el circuito de conciertos. “Tocar en festivales y fiestas mayores nos ha hecho coger ganas de hacer música para este tipo de situaciones”, explica Pau Serrasolsas, integrante, junto a su hermana Júlia, de Ginestà, dúo barcelonés (de Sant Andreu) que en los últimos tiempos se ha situado en la zona alta de la escena pop catalana con temas como ‘L’Eva i la Jana’.

No hace tanto que Ginestà (nombre que rinde homenaje a la militante antifascista Marina Ginestà) hacía música con calado político y cantaba a los “‘lenins’, ‘bakunins’ i ‘ches’” (en su primer álbum, ‘Neix’, 2018). Ahora ellos ponen el foco en los sentimientos. ¿El amor es también revolucionario? “Todo es político, y eso lo seguimos llevando en las venas y practicándolo en las decisiones que tomamos cada día”, cavila Pau. “Pero si no hubiésemos pasado por aquello, hoy no estaríamos aquí”, añade Júlia, que revela tiernas militancias en el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans y en Arran. “Los primeros sitios que nos abrieron las puertas para actuar fueron los casales independentistas y las asambleas de barrio autogestionadas”.

Disco en dos tiempos

En ‘Vida meva’ plantean un recorrido en dos etapas: una “más bien eufórica”, reflejo de un “amor reposado, de comenzar a hacerte mayor”, y otra en que hay “una ruptura, un duelo y el posterior empoderamiento que te lleva a bailar porque te lo pide el cuerpo”, explica Júlia Serrasolsas. El primer ciclo de canciones se decanta por un synth-pop de diáfanas melodías, mientras que el segundo se abre a otros ‘tempos’ e instrumentaciones: del piano a las guitarras y el violoncelo que envuelven ‘Júlia’, incursión en el bolero que Pau dedica a su hermana. En otra canción delicada, ‘Mama’, interviene la voz de la hermana emergente, Maio Serrasolsas. Otros invitados del álbum son Triquell, Maria Hein y el grupo madrileño Niña Polaca.

El compacto luce empaquetado en un pimpante color rojo con un espejo en la portada, todo ello “para dar énfasis a la idea potente de creer en ti”. Con él regresa Ginestà a un circuito de escenarios y festivales donde ha observado actitudes menos fraternales de lo que había imaginado tiempo atrás. “Ves grupos que al principio eran muy afines y que, cuando empiezan a petarlo, ya no están ahí. Da un poco de rabia”, confiesa Júlia.

Y Pau asiente. “Nos hemos dado cuenta de la competitividad que hay en la música en catalán. No éramos conscientes. Ante eso queremos decir basta, porque no hemos querido hacer un disco para competir con nadie, sino porque nos apetece. Al fin y al cabo, este circuito es pequeño, todos remamos en la misma dirección y nos tenemos que ayudar”. Les espera una gira que arrancará el 5 de abril en el Strenes, de Girona, y que recalará el 12 en Paral·lel 62 (Cruïlla Primavera), rumbo a festivales como Canet Rock (6 de julio).