Núria Feliu contiene multitudes en el Palau Robert

Para Òscar Dalmau, su comisario, se trataba de “explicar a la Feliu rompiendo la imagen de ‘tieta’ de Catalunya y mostrándola como mujer pionera, moderna, combativa, activista y comprometida”, y ciertamente, esta exposición, ‘Núria Feliu al Palau (Robert)’, llega a dar un poco de vértigo por la cantidad de registros, perfiles e inquietudes de la artista que llega a mostrar. Son cinco salas llenas de fotografías, portadas de discos y retales de prensa, pantallas con proyecciones, prendas con su sello, regalos de sus admiradores, cómics y otras muchas piezas que poder admirar mientras no deja de sonar su música, ya sea con colores de jazz, de cuplet o de musical teatral. 

Resulta exuberante y muy minuciosa esta ofrenda que el Palau Robert brinda a “la intérprete con mayúsculas de la música catalana”, fallecida el 22 de julio de 2022. Son palabras de Dalmau, quien ha contado en la misión con dos cómplices, Julià Guillamon (guión) y Fermí Puig (documentación). La bienvenida la da una Núria Feliu en su salsa, cantando ante la Casa del Rellotge, en el corazón de Sants, rodeada de su gente, el tema ‘Ja us he reconegut’ (prestado del repertorio de la admirada vedete francesa Mistinguett), recital inmortalizado en 1974 por el programa ‘A su aire’, de Televisión Española. 

Con Serrat y Raimon

Comienza ahí un viaje cuyas primeras estaciones la muestran cantando en el conjunto yeyé Donald Duc (con Lluís Gomis, a punto de entrar en Los Sírex, a la batería), grabando su primer sencillo, ‘Gent’ (versión de ‘People’, del musical ‘Funny girl’) y compartiendo cartel con Serrat y Raimon en el ‘otro’ Palau, el de la Música. Sensacional foto de Oriol Maspons, con ella en medio, cada uno en su mundo, con sus pensamientos. Tiempos de fichaje por Edigsa, sello que puso a su servicio a talentos como Josep Maria Andreu, Lleó Borrell o Antoni Ros Marbà. 

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Muchos se preguntan adónde hubiera llegado Núria Feliu si hubiera consagrado su carrera al jazz, pero queda claro en esta exposición que su lugar en el mundo era el tránsito constante, movida por la curiosidad y el afán por hacerlo todo en su profesión. Y de su aventura con Tete Montoliu, propuesta por el crítico Albert Mallofré, salió en 1965 un álbum siempre citado como uno de los mejores del jazz catalán, y un tándem que llegó hasta Nueva York, donde se presentó en el salón del hotel Waldorf Astoria. Entre ambos brotó “una gran sintonía personal basada en el catalanismo, el Barça, la ambición artística y la visión universal”, reza el texto que acompaña este episodio. 

Y el futuro de las salas depende de… la cerveza

La exposición pone un acento en la Feliu emprendedora, que forzó a Hispavox para crear la ‘Serie Estel’, de discos en catalán, y alumbró luego su propia discográfica, Núria Feliu Produccions, para publicar a su antojo. La entusiasta del musical teatral que viajaba a Londres y Nueva York para descubrir los montajes del momento y adaptar luego las canciones que le gustaban. La catalanista empeñada en normalizar la lengua en el ámbito comercial, más allá de la ‘nova cançó’ (escena con la que tuvo sus tiranteces), en las salas de fiesta y ‘envelats’. Y la salvadora de aquellos cuplets de antes de la guerra, que puso de nuevo en circulación (como, en paralelo, hizo también Guillermina Motta).

La diva pop

A todo ello pasa revista ‘Núria Feliu al Palau (Robert)’, reservándose algunas sorpresas: guiños a la naturaleza pop de la artista (esas camisetas con su cara cruzada por el rayo de ‘Ziggy Stardust’, de David Bowie), cromos y comics de la época que jugaban con su personaje, la dimensión de diva popular encarnada por aquella ‘geganta’ que acabó donando al distrito de Sants-Montjuïc. Y la Feliu comprometida políticamente, no solo en causas catalanistas, también en recitales por la “amnistía total” (compartiendo cartel con Serrat o Sisa), contra la entrada en la OTAN o para recuperar espacios públicos como las Cotxeres de Sants. 

Núria Feliu, conteniendo multitudes en el paseo de Gràcia, en una exposición que estará abierta hasta el 19 de mayo y que contempla para aquellas fechas la celebración de un concierto de homenaje en el Palau de la Música.