Mito del ‘rock català’

Carles Sabater, 25 años después: un libro revela que murió de la suma de arritmia y estrés

‘Cor trencat’, de Pep Blay, pone luz al acto final del cantante de Sau, fallecido en 1999 a los 36 años, desmiente la leyenda de su muerte derivada de una drogadicción y explica, a través de una treintena de testimonios, cómo la acumulación de frentes laborales (música, teatro, televisión) y su agitada vida sentimental lo llevaron a un punto sin retorno

Carles Sabater, 25 años después: un libro revela que murió de la suma de arritmia y estrés

EL PERIÓDICO

Jordi Bianciotto

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El 25º aniversario de la muerte de Carles Sabater nos trae un libro que desprende un afán reparador y que pone luz a aspectos turbios de su biografía, como su súbito final, aquella noche del 13 de febrero de 1999, tras un concierto de Sau en Vilafranca del Penedès. El cantante y actor es una figura “tapada por una cortina de humo”, “llena de dudas y debilidades”, y cuyo valor “va más allá de ser la voz de ‘Boig per tu’ y aquel guapo que canta”, explica Pep Blay, autor de ‘Cor trencat’, volumen publicado por Folch & Folch que se presenta este martes (19.00 horas) en la librería Ona.

El título no es solo metafórico: la obra concluye que Sabater murió porque padecía de arritmias sin saberlo y ese cuadro lo agravó fatalmente un trepidante estilo de vida que había derivado en un estrés cronificado y que ya le había dado varios avisos. Blay, determinado a llegar hasta el final en sus pesquisas, accedió al documento de la autopsia, que mostró luego a “uno de los mejores expertos en patología forense de Catalunya”, quien determinó que Sabater “no murió de adicción a ninguna sustancia tóxica”. Una revelación que contradice la larga y sórdida rumorología que ha envuelto la muerte de Sabater. 

Estilo de vida trepidante

Según ese experto, la autopsia no revela la presencia “ni de alcohol ni de fármacos”, si bien añade: “solo cafeína y otro estimulante habitual en la vida nocturna”, escribe el texto de modo impreciso. ¿Cocaína? El autor se remite a la detectada presencia de “una poca cantidad de tóxicos perfectamente metabolizados”, lo cual, a juicio del especialista forense, “descarta la posibilidad de la sobredosis de droga”. Sabater había adoptado un régimen de vida trepidante, con compromisos en la música, el teatro y la televisión, y una agenda sentimental-recreativa agitada. Ya había sufrido vértigos, un desmayo, problemas de visión… “Los síntomas evidentes de una arritmia”, ató cabos el especialista, que trasladó un mensaje a Blay de cara a la campaña del libro: “el estrés mata; díselo a los periodistas”. 

Pero ‘Cor trencat’ va mucho más allá del acto final de Sabater y coloca todas las piezas que crean el contexto estudiando detalladamente su último año de vida. Blay, autor de libros sobre Sopa de Cabra, Els Pets, Bunbury y Albert Pla, y que en los 90 vivió de cerca la peripecia de Sau como periodista en ‘Avui’, ha entrevistado a más de treinta personas y ha dado forma a un retrato con muchos matices, capas y encuadres, con inquietud periodística y contornos literarios.

Queda constancia de sus momentos pletóricos (el concierto en la Monumental, su éxito en ‘Company’, de Calixto Bieito), del creciente y agotador amontonamiento de compromisos laborales (“a los que no sabía decir que no”) y de los problemas económicos asociados a desinterés por las finanzas (“porque él había venido a esta vida a cantar, a bailar y a enamorarse”). También de los vaivenes con su pareja, Laura Jou, y de su natural “adicción a gustar”, dado que “estaba enganchado al enamoramiento”, observa Blay. “Es muy duro querer gustar siempre a todo el mundo, y eso también contribuyó a matarlo”, concluye el autor, que ha escrito este libro porque tenía “la espina clavada” y porque Sabater “se lo merece”.